Miguel García Sánchez-Colomer escribe en Aceprensa una interesante reseña sobre los videojuegos dando algunos consejos a los padres para que se muevan con criterio, sin miedo y con soltura en ese mundillo exclusivo de sus hijos. En estos días de verano puede venir bien darle un repaso.
Primero da un dato interesante y es que si los videojuegos superan en recaudación al cine ―uno de esos datos que se repite interesadamente y que puede llevar a un engaño sociológico― es porque son mucho más caros que las entradas y no porque haya más jugadores que cinéfilos.
Otro dato estadístico es que se confirma que en determinadas franjas de edad ―entre los 13 y los 14 años―, los videojuegos superan en horas de consumo a la televisión: 23 horas semanales frente a 22,75 de la tele. Casi un día completo de cada siete y va en alza. No está nada mal.
Respecto a los efectos, una obviedad: «Eusebio Mejías, director técnico de la Fundación de Ayuda contra la Drogadicción, afirma en «Diario Médico» (26-04-2005): «Un uso razonable de los videojuegos sirve para la estimulación de determinadas funciones psicomotrices y de agilidad de reflejos». Pero también advierte: «No cabe duda de que si el usuario permanece seis horas delante de un ordenador, va a tener problemas posturales, ergonómicos y de la vista»». De cajón. Puro sentido común. Como lo de la poca interacción social, el aislamiento en una etapa de socialización y los contenidos nocivos. Sin embargo, es interesante lo que señala respecto de la diferencia de consumo que puede ser muy alta cuando el niño entra en contacto con el videojuego y luego se atempera y se estabiliza en torno al tercer mes.
Ahí van los consejos:
- Hay que tener paciencia con el consumo inicial y dar tiempo al tiempo.
- implicarse en el mundo del videojuego, conocerlos, e incluso jugar con ellos en vez de despreciarlos y darles la espalda. (Otro artículo muy aconsejable que abunda en este tema es Videojuegos: retar a los hijos, ¿por qué no?)
- Mirar la clasificación PEGI por edades(www.pegi.info), antes de comprarlos
- También se deben observar los iconos que indican contenidos específicos. Corresponden a seis categorías: «violencia», «lenguaje soez», «miedo» (el juego puede asustar a los pequeños), «sexo», «drogas» y «discriminación» (racismo, por ejemplo).
- ningún sistema de calificación puede sustituir el criterio de los padres y el del sentido común por eso «hay que leer detenidamente los argumentos y ver las imágenes del juego, estudiar su temática, su género( acción en 1ª persona, terror, acción en 3ª persona, estrategia, aventura, rol, deportivos, simulación, simulación social)
- establecer unos tiempos de uso.
En definitiva, no temer a los videojuegos como si fuesen objetos tecnológicos inabordables ―el miedo a lo desconocido nunca es buen consejero educativo―, ni desinteresarse de ellos. La única manera de adquirir criterio es acercarse a ellos como lo que realmente son ―ocio para nuestros hijos― y conocerlos.
La reseña también ofrece el e-mail del autor: mgarciasanchez@latinmail.com.
Usen los videojuegos, no los consuman o serán consumidos por ellos.
Estupenda y utilísima reseña. Los consejos no pueden ser mejores. La oportunidad para quien no la conozca, de entrar en la página de ACEPRENSA y suscribirse al formato digital es muy recomendable por la cantidad y calidad de sus articulistas..
José Luis