Flight of the Conchords Es una de esas series que, de puro peculiar, consigue crear un estilo propio. Las aventuras de Bret y Jemaine en su intento de forjarse una carrera musical en Nueva York están dejando su huella en el panorama televisivo.
Se trata de una serie sin grandes alardes económicos, pero con grandes dosis de creatividad y talento plasmados tanto en sus ingeniosos guiones como en sus diálogos y (esta es una de las señas de identidad de la serie) en las intervenciones musicales que jalonan los episodios. Mucho énfasis en lo verbal, por encima de lo visual.
Para conseguir esto, los creadores de Flight of the Conchords (Jemaine Clement y Bret McKenzie: actores, guionistas, productores y músicos de la serie) logran que más del cincuenta por ciento de cada episodio se convierta, mágicamente, en un videoclip. Sin embargo, no se trata de una comedia musical al uso sino que, cada vez que uno de los protagonistas piensa, desea, imagina o fantasea lo hace cantando.
Vean buena televisión, no la consuman o serán consumidos por ella.