De nuevo HBO: riesgo y talento.
Valga como introducción crítica a la serie las palabras de José Manuel López:
«Últimamente, como aficionado a la ficción norteamericana, me deshago en halagos hacia la serie Entourage. En ella, quedan retratados los estereotipos actuales de la industria (España es la constante imitación): la lucha encarnizada de los agentes (de artistas) con alma de hiena, el productor nazi, el actor sin cerebro para nada más que actuar… en definitiva: el mundo de la farándula y la legión de hombres y mujeres que chupan y seguirán chupando del bote. Una serie insulsa en la superficie, pero altamente adictiva. Porque muestran -con cameos de prácticamente todos los pesos pesados de Hollywood- lo que al parecer se ha convertido el cine, un mercado como cualquier otro donde para vender es indispensable adornar el envoltorio. ¿Y qué sucede con las historias?
Hace poco escuché en una entrevista a una profesora de guión que «no es que no existan buenas historias, es que no se arriesgan a construir películas con ellas.» Riesgo. En la citada serie, uno de los protagonistas busca guiones que transmitan, más allá del nombre del director o los millones que están en juego. Y todos se le lanzan al cuello: «Así no funciona esto», le reprochan. Y poco a poco, termina cediendo terreno al status quo. ¿Por qué arriesgar, si no vende? El cine independiente sabe mucho de eso… aunque cuántos de quienes lideran este bienvenido movimiento cambiarían de tercio si pusiesen un maletín entre sus piernas.»
Vean buena televisión, no la consuman o serán consumidos por ella.