La Pantalla Global, Cultura mediática y cine en la era hipermoderna, Gilles Lipovetsky, Jean Serroy, Anagrama, Barcelona 2009
VI
«La estrella es la única mercancía absoluta. La única multivendible. Su actuación, su imagen, su voz e incluso su recuerdo son dinero contante y sonante. Y esta gigantesca máquina tragaperras es inagotable… La estrella es la operación comercial más grande de la historia» (Jacques Séguéla, Hollywood lava más blanco, BBB, Barcelona, 1992.)
Los gastos de promoción son a veces tan elevados como los de la fabricación del producto, como es el caso de Nike (Págs. 240-241)
No se trata ya de informar al público del estreno de una película, sino de elevarla a la categoría de acontecimiento, de espectáculo monstruo del que todo el mundo habla y «hay que ver».
[…] El product placement, … está en plena expansión: en EEUU, las inversiones para la colocación de marcas pasaron de 190 millones de dólares en 1974 a 512 millones en 1984 y a 3.400 millones en 2004; […] Minority Report, 17 marcas […] ¹La eficacia de esta práctica publicitaria es a veces inmediata. A remolque de E.T., las ventas de caramelos Ree´s Pieces subieron el 65% (Págs. 244-245)
3,6 millones de dólares para Nicole Kidman por los cinco días de rodaje del anuncio de Chanel. (Pág. 249)
«Los instantes son reemplazados inmediatamente por instantes completamente distintos. El tiempo del filme publicitario sería entonces el tiempo de un comienzo que no cesa» (Florence de Mèredieu, Le Film Publicitaire, Veyrier, Paris, 1985) (Pág. 255)
En una época en que […] los consumidores están saturados y hartos de mensajes, la publicidad tiende a fragmentar sus campañas, se parcela en múltiples ejecuciones y estilos varios: se han contado 500 anuncios de Absolut Vodka que combinan unidad y diferencias. .. en la actualidad, los filmes publicitarios deben renovarse cada seis u ocho meses. Coca-cola rodó 17 en 1997, mientras que en 1986 sólo había hecho uno. Desde 1995 Levi´s viene lanzando de 2 a 3 anuncios por año. (Pág. 262)
[…] no se trata ya tanto de hacer memorizar como de entretener, sorprender y seducir a un consumidor atiborrado, haciéndolo cómplice de los mensajes que se le proponen. (Pág. 263)