Estoy en el difícil trance de cambiarme de servidor telefónico para mis comunicaciones y en esa selva de ofertas distintas e incomprensibles, me he encontrado con esta perla publicitaria contra la publicidad  protagonizada por la web de Pepephone, una de las marcas que ofrecen este tipo de servicios.

La publicidad es, debería ser, sólo eso: publicar, darse a conocer. Pero la competencia del mercado ha ido retorciendo el concepto hasta deformarlo de tal modo que ya no lo conozca ni su inventor. Cada uno hace lo que puede. Casi todos hacen lo mismo: crear marca o, lo que es lo mismo, vestir a la mona de seda. Es legítimo que todo el que vende nos quiera vender, pero no lo es que para hacerlo “tengan que vendernos la moto”, es decir tengan que envolver el producto en sonrisas, felicidad, sexo, prestigio social, familia,…valores más allá de su propio valor. Porque, no nos cansaremos de decirlo, eso es un fraude, un engaño, una manipulación. Una mentira inexplicablemente consentida por todos que, además, acaba afectando la vida del consumidor introduciendo en su horizonte vital unas expectativas que sólo generan, en el mejor de los casos, frustración y en el peor, cuando en el consumidor hay condiciones personales para ello, enfermedades a veces de enorme gravedad como la anorexia y la bulimia, por ejemplo. Estamos tan acostumbrados a esa dialéctica que ya ni la percibimos como una farsa y la calificamos de artificio: no solo no nos parece un delito, sino que lo contemplamos como un arte y acabamos premiando el talento con el que nos engañan.

Por eso, cuando encontramos un caso como el que hoy traigo aquí por el que, buscando ese hueco de atención memorable para el consumidor, una marca se desmarca y desnuda la mona se agradece. Hay que aprovechar para contemplar esa mona,  ese producto, por una vez, desnudo.

Con el título de 5 verdades muy largas sobre el ADSL, la primera sorpresa es que es un texto web largo que necesita ser leído con tiempo. No es un slogan, un flash, un tuit…, es una reflexión: «Este texto es otra vez el rollo típico de Pepephone –nos dice– Necesitas tiempo para leerlo … es una reflexión… no somos capaces de resumir» .

Después, una crítica sostenida a las diversas fórmulas que se suelen utilizar para vender la alta velocidad: «… no hace falta disfrazar el producto de Clooney, no hace falta añadirle los cientos de tonterías que se le añaden para venderlo, […] aunque siga siendo lo más fácil […] para quien no tiene imaginación y sigue pensando que las ovejas sólo quieren hierba y nada más […] Nos gustaría venderte un servicio y no una moto».

Luego, un par de conocidos ejemplos de la tontería del mercado artístico para objetivar el concepto y el valor de marca: «El museo Reina Sofía de Madrid tuvo durante tres meses un cuadro de Picasso (El violinista) colgado al revés. Todo el mundo lo visitó, lo admiró y opinó sobre lo maravilloso que era, pero sólo por la ‘marca’, porque el dibujo estaba boca abajo. […] Un Matisse estuvo en el MOMA al revés más de un mes.» Y la conclusión: «en el mundo comercial, la percepción es la realidad y eso es lo que importa. De eso trata el marketing. […] Estás pagando algo que es solo un placebo».

Y un último gesto de streaptease en el que la mona arroja su última prenda de seda: «El ADSL da muchos problemas, como casi todo. Especialmente en el momento de la instalación. Esto es así. Activar un ADSL da problemas en bastantes casos y todos lo sabemos. Ves un anuncio con un montón de gente guapa bailando y refrescándose feliz en una casa estupenda y crees todo va a ser así, pero luego no lo es».

Aunque sabemos que Pepephone, elige esta estrategia contrapublicitaria en lenguaje blanco y negro para precisamente publicitarse destacándose por contraste en el chillón multicolor de la publicidad, …se agradece. Es un soplo de aire fresco. Un descanso para la vista y el cerebro de los usuarios.

Referencias

Texto completo de la web de Pepephone