«En el circo de la realidad
sólo hay reflejos de la realidad,
se desinforma de la realidad,
todo se compra, en realidad.
Hay un verso de la realidad
que no es verso ni es la realidad,
un guiñapo de la realidad
apenas.
En el circo de la realidad
la gente piensa que la realidad
es el deseo de la realidad
y todo vale, en realidad;
hay un trozo de la realidad,
hay un juego de parcialidad,
un impulso de perversidad
obscena.
Pasen y vean:
monstruos heridos de dos cabezas.
Ponga aquí su intimidad,
hable aquí de su dolor,
venda su fugacidad.
Pasen y vean:
las confundidas y los horteras.
muestre aquí su vanidad,
haga un alto en su pudor,
que mañana Dios dirá.
En el circo de la realidad
hay un desprecio por la realidad,
un desencuentro con la realidad;
todo se compra, en realidad;
tomas falsas de la realidad,
paraísos de caducidad,
exorcismos de felicidad
certera.
En el circo de la realidad
hay un recorte de la realidad,
sólo fantasmas de la realidad,
bolsas de humo, en realidad,
inversiones en publicidad,
decepciones en capacidad,
intenciones de complicidad
grosera.
Pasen y vean:
monstruos heridos de dos cabezas.
Ponga aquí su intimidad,
hable aquí de su dolor,
venda su fugacidad.
Pasen y vean:
las confundidas y los horteras.
Muestre aquí su vanidad,
haga un alto en su pudor,
que mañana Dios dirá.
Pasen y vean
monstruos heridos de dos cabezas.
Ponga aquí su intimidad,
hable aquí de su dolor,
venda su fugacidad.»
Gracias, Pedro.
Vean televisión, no la consuman o serán consumidos por ella
Más gracias, Pedro.