
No el Obama que existe ―que vete tú a saber― sino el Obama imaginario e imaginado. El Obama imagen que nace de la contraposición a otra imagen. El NO-Bush. El NO-blanco. El Obama premiado por una NO-guerra imaginaria. El Obama mediático, el Obama icónico resultado de la NO-información,… ni de la realidad, sino de la barbarie.
«La prensa sigue enamorada de Obama», Robert J. Samuelson, The Washington Post, Diario EL Mundo, 3-6-2009
«El amor ciego por Obama es la gran noticia de nuestro tiempo…. Este enamoramiento no es bueno para América…. La prensa ha renunciado hasta el momento a su papel de observador escéptico de la realidad. […] Según el estudio denominado Proyecto para la Excelencia en el Periodismo del Pew Research Center, en 1260 informaciones y comentarios analizados de las dos cabeceras más importantes New York Times y The Washington Post y de las cadenas ABC, CBS, NBC, y Newsweek, las noticias favorables a Obama eran el doble que las negativas. […] El 44% de las noticias ha versado sobre la vida personal y el talento como líder del nuevo presidente .. la atención mediática se ha fijado más en su vida personal que en su agenda política. Ampliado a 49 medios, el resultado fue precido […] La prensa no tendría que ser hostil con Obama, pero sí debería manifestar un sano escepticismo […] y ello a pesar de que la retórica de Obama roza la inconsistencia… logrando a menudo que sean ciertas una cosa y la contraria ¿Por qué?
La prensa suele guiarse en ocasiones por las encuestas de opinión, los presidentes populares tienen una cobertura favorable y Obama es enormemente popular. […] Pero la explicación subyacente más simple podría ser que simplemente a la mayoría de los periodistas Obama les cae bien.
[…] Como era de esperar, el estudio sobre esta cobertura mediática tan favorable no gozó precisamente de una gran cobertura en la prensa objeto del análisis.»
http://www.elmundo.es/papel/2009/06/03/opinion/15711935.html
La verdad es que ante hechos como el que se expone en el post, uno quisiera poder alcanzar la razón última y cierta de porqué las cosas son así en el mundo de la comunicación. Personalmente, me subyuga la interrogante de cómo, en el caso de nuestro Zapatero y los miembros de su gobierno, la prensa nacional les prodiga un trato si no de enamoramiento al menos de extrema dulzura.
Leído el artículo completo en El Mundo, me gustaría que fueran ciertas todas las razones que apunta Robert J. Samuelson, a saber que no sólo «A la mayor parte de los periodistas Obama les cae bien» sino también que: «admiran su dominio del lenguaje; coinciden con su agenda política (de forma que nunca se les ocurre cuestionar las premisas básicas); y no quieren ver fracasar al primer presidente afroamericano.»
Aunque es de esperar, que entre la ideocea del arrobamiento amoroso, sean cada vez más los periodistas que vayan viendo asomar las orejas al lobo de la realidad, tal como lo hace en apuntes Pepe Boza en la maravillosa entradilla de su post «Obama pop»
José Luis Rodríguez