Me envía Juan, este insólito vídeo publicitario:
No se ha visto en la tele. La campaña parece ceñirse a YouTube. Por la barbaridad a la que anima suena más a que estén testeando la reacción del mercado que intentando vender. No lo sé.
La Asociación Americana de Pediatría recomienda que hasta los dos años, la introducción de pantallas en la vida del niño sea cero. La razón es muy simple: no solo nos nutrimos de potitos, amigos de Nutriben, nos alimentamos también de imágenes, relaciones, miradas, lenguaje,… No solo somos lo que comemos, somos también lo que vemos, lo que oímos, lo que sentimos y lo que dejamos de ver, oír y sentir. El estímulo de la pantalla, por un lado, provoca en el cerebro un círculo de recompensa por la dopamina que genera su contemplación que cuanto más temprana es la edad, es más intenso; por otro lado, priva al niño de todo ese conjunto infinito de relaciones que crea la presencia de sus padres y que se pone en juego en algo aparentemente tan inocente como dar de comer.
Pero, aprovechando el ejemplo que me brinda el anuncio, me interesa subrayar la filosofía ciberoptimista que subyace debajo de la mentalidad que ha concebido el objeto que se publicita: la eficacia. Es muy frecuente que se nos venda la tecnología por su capacidad para resolver problemas, sin tener en cuenta la mayor parte de las veces, sus consecuencias. En en este caso, el problema de un niño mal comedor se soluciona eficazmente fijando su atención en la pantalla -con la que, por cierto no juega como dicen en el spot, simplemente la mira-. Probablemente conseguimos que la criatura se NutraBien por fuera, pero la consecuencia de esa eficacia es que se NutreMal por dentro. Resolver el problema escogiendo un atajo tecnológico que evita la fricción que supone la realidad (aquí, como en casi todo lo real, la fricción se compone de paciencia, esfuerzo, miradas, recursos, sonidos, juegos, … interacción humana) es más una pérdida que una ganancia. Es como el aburrimiento infantil: aburrirse para un niño es generar un mecanismo creativo de imaginación para dejar de estar aburrido; si suprimimos el aburrimiento con pantallas, suprimimos también ese esfuerzo creativo de la la imaginación.
Nutribén, en este caso, Nutremal. Mucho mejor la cuchara tradicional, las caras de idiotas de mamá y papá imitando al avión, el babero, los restos de comida desperdiciada por el palmoteo del niño, la paciencia necesaria, el lenguaje, la presencia, etc. que el reluciente, hipnótico y eficaz cristal líquido. Mucho mejor la cuchara de palo que la eficaz tecnología de NutriSpoon.
¿Son digitales? ¿O los hacemos?
Escribiremos a Nutribén para contárselo a ver si rectifican.
P.S.: me dicen en Nutribén que se trata de un prototipo que no está a la venta. En efecto: testean. A juzgar por los comentarios, el resultado del test es de claro rechazo. Pero nunca se sabe…
P.S.2: el vídeo ha sido retirado finalmente por Nutribén tras la protesta de Catherine L’Ecuyer
Es increíble. No sé a quién se le habrá ocurrido semejante invento pero no tiene ni dos dedos de frente, y desde luego no debe de tener hijos. Parece salido de Black Mirror.
Gracias José, nos puedes facultar una dirección de Nutriben para darles nuestra opinión?
Verdaderamente es todo un despropósito.
Gracias por contarnos todo esto. Medioambiente simbólico es un estupendo blog para estar al día!
Gracias
B.
Gracias José, nos puedes facultar una dirección de Nutriben para darles nuestra opinión?
Verdaderamente es todo un despropósito.
Gracias por contarnos todo esto. Medioambiente simbólico es un estupendo blog para estar al día!
Gracias
B.
Pues ya han quitado el vídeo. Borrando huellas.