También ocurre esto mismo en la sociología mediática y demoscópica. Entre los muchos estudios que se hacen sobre la red, abundan los que podríamos llamar estudios redundantes porque lo que sus autores quieren saber es ya conocido por todos; es decir, estudian lo que todo el mundo sabe y no hace falta que sea estudiado lo cual, como la redundancia, es una repetición inútil.
Un ejemplo de redundancia demoscópica y mediática es el titular que hoy traigo:
Los niños consultan pornografía en Internet desde los 11 años
Entre los datos está el siguiente: el 95% de los padres ha pillado alguna vez a sus hijos consultando contenidos para adultos mientras afirmaban que estaban haciendo los deberes.
Entonces, ¿Por qué se realizan? Porque, como casi todos los estudios estadísticos benefician a quien los promueve. Y mucho más cuando el que los promueve es el mismo que los hace, en este caso una compañía de antivirus que pretende vender protección, barreras y filtros a los padres.