Memoria, selección, información, conocimiento: «La memoria … tiene una doble función. … Conservar datos  y sepultar en el olvido las informaciones que no nos sirven … Lo sabemos todo sobre Calpurnia, la última mujer de César,[hasta que este muere y deja de ser relevante]. … La cultura, por lo tanto, es esa selección. La cultura contemporánea, al contrario, mediante internet, nos inunda de detalles sobre todas las Calpurnias del planeta, todos los días, minuto a minuto, por lo que un niño que tenga que hacer una búsqueda para cumplir con sus deberes escolares puede tener la sensación de que Calpurnia es tan importante como César. … Nos llega de todo y de forma desordenada, sin jerarquías, sin selección. … [¿Qué significará la palabra ‘memoria’] cuando tengamos junto a nosotros un criado electrónico capaz de responder todas nuestras preguntas…? … Aún deberemos aprender, sin embargo, el arte de la síntesis. … aprender a verificar una información cuya autenticidad no podemos verificar. … aprender a no aceptar todo a pies juntillas….  Internet, … que debería servirnos como apoyo al ponernos todo a nuestro alcance, lo que es cierto y lo que no lo es, en realidad nos sume en una gran perplejidad.» […]
 
«Si ya no tenemos que realizar ese esfuerzo de memorización, entonces “sólo nos queda la inteligencia”. … Pero queda el problema de nuestra capacidad gimnástica. Es obvio que en coche puedo ir más deprisa que a pie. Sin embargo, hay que caminar un poco todos los días, o hacer jogging, para no convertirse en una ameba.» […]
 
«El saber es aquello con lo que cargamos y a menudo no nos resulta útil. El conocimiento es la transformación de un saber en una experiencia de vida
 
Imágenes, realidad, verdad: «Cada día vemos hasta qué punto las imágens puedes ser engañosas. Se trata de falsificaciones sutiles, tanto más difíciles de determinar puesto que se presentan como “imágenes”, es decir, como documentos. [Como testimonios; como certificaciones podríamos decir: lo veo, luego existe, esto no ha salido de una mente, ha ocurrido puesto que lo estoy viendo. Pero] En el fondo, nada resulta más fácil que enmascarar la verdad. […] El rostro de un hombre que se muestra una primera vez después de la visión de un plato lleno de comida y una segunda vez después de ver un objeto repugnante, no producirá la misma impresión en el espectador. En el primer caso, el rostro sugiere deseo; en el segundo, disgusto. La mirada acaba viendo lo que las imágenes quieren sugerir. [Esto es un montaje, se dice…]
 
… las imágenes, en las que vemos a menudo cosas distintas de lo que efectivamente muestran, pueden mentir aún más que el lenguaje escrito o las palabras. Si queremos mantener cierta integridad de nuestra memoria visual, tenemos que enseñarles también a las generaciones futuras a saber mirar las imágenes. Es otra prioridadOtra más que, seguro, nos trasladan a la escuela.
 
Aquí concluimos. Subiremos estos post en un solo texto a nuestra página Pensar los medios.