Hoy traigo al blog un par de afirmaciones que mi fotógrafo de cada día hace decir a Ricky Dávila, al que califica de poeta visual.
No sólo visual, como se ve. También simplemente poeta.
Si la poesía es, entre otras cosas, intentar ahondar en lo invisible de lo visual, estas palabras de Dávila están llenas de resonancia poética.
La primera:
«Las caras tienen que ver con una dirección hacia fuera de la cámara, mientras que los paisajes me devuelven hacia un viaje interior».
Efectivamente, el fotógrafo mira hacia fuera para retratar a los ojos de otro y curiosamente, en la fotografía, esos ojos que te devuelven la mirada son una barrera para penetrarlos. Es la cámara la que mira, pero la imagen no devuelve la mirada (Los ojos que ves no son / ojos porque tú los veas/ son ojos porque te ven).
En cambio, el paisaje está muerto y no puede mirarnos. Sólo lo miramos nosotros y la mirada que nos devuelve es la nuestra. Cuando miramos un paisaje –un objeto al final- nos vemos a nosotros. Nuestra mirada lo tiñe de nuestro interior. La belleza, la melancolía, la fuerza, el dramatismo, la paz… en un paisaje son los de nuestro espíritu.
Volviendo al retrato, Dávila dice esta frase asombrosa por lo simple y por lo totalizadora:
«El retrato es un misterio porque cuenta todo y nada de una persona»
Y es que una foto de una persona ya no es una persona,… la cámara la ha convertido en un paisaje.
Hola! Estoy de finde en Alcañiz. Aquí internete no es exactamente lo mismo que en la capital. Me ha llegado justo para leer la entrada, muy interesante por cierto. La comentaré mañana o pasado. Ahora me voy con la Tona al prado … jeje!
Saluditos a todos.
A mí también me dice más un retrato. Nunca me sirvió el paisaje para interiorizar…
Un saludo.
Cuando ví «todo y nada» estaba convencido de poder escribir un comentario de cierta profundidad cuando llegara a casa y me metiera a conocer a este autor. Lo he hecho: he visto mucha obra suya en Blanco y Negro y, qué le voy a hacer, compruebo que no estoy sintonizado con los registros gráficos que utiliza. Tanta oscuridad me transporta a la música de Nirvana y al desánimo de Kurt Cobain, su líder. Nunca pude escuchar un disco completo. Me dijo Rafael, mi hijo músico, que eso era porque tenían un efecto depresor de la alegría. Era una música tristísima. Vamos, que después de oír a Cobain lo adecuado era buscar un buen puente y tirarse al río.
El caso de Ricky Dávila no es para tanto, pero a mí me desaniman las imágenes en clave tan baja (low key) como la que usa.
¿En cuanto a las frases traídas? Pues ….. no sé bien. La primera: «Las caras tienen que ver con una dirección hacia fuera de la cámara, mientras que los paisajes me devuelven hacia un viaje interior», sencillamente no la entiendo (y supongo que debiera entenderla; al menos llevo años leyendo a fotógrafos). Y la segunda: «El retrato es un misterio porque cuenta todo y nada de una persona» ¿¿¿???
Pienso que se destruye en sus propios términos.
Por terminar: «todo y nada» de cualquier cosa, no es nada ni todo. La barrera de la mirada del otro se produce igualmente en la vida real sin necesidad del concurso de una cámara. Lo mismo de los paisajes: pueden facilitar un «viaje interior» aunque no sean retratados.