
Y, sin embargo, a veces, la letra pequeña es la sustancia del contrato. Es ahí donde está la realidad que más nos compromete, aunque habitualmente nos quedemos en el brillo mastodóntico de los grandes rótulos luminosos que parpadean y nos ciegan. Es en la letra pequeña de la historia ―en las historias― donde a veces encontramos la memoria. Es en la letra pequeña de lo cotidiano donde podemos leernos a nosotros mismos: la letra pequeña de nuestras diminutas arrugas que van dejando en el rostro la huella de nuestros gestos en las alegrías y en las penas, en la salud y en la enfermedad y que suprimen las brillantes páginas satinadas por Photoshop.
Pero si ni siquiera tenemos tiempo de leer la letra grande, con la pequeña, ya me dirás: ni la vemos. Hasta la letra de los libros se está convirtiendo en letra pequeña que ya casi nadie es capaz de leer. Porque leer, leer, sólo leemos los pies de foto.
Me ha gustado mucho esta entrada. Estoy de acuerdo con ella. Nos dejamos deslumbrar por las letras de los anuncios y se nos olvida las letritas de los anuncios cotidianos.
Un saludo.
No exageres, Pepeboza. También leemos los mensajes del movil.
La letra pequeña es una metáfora perfecta de la vida. Dale vueltas al asunto.
¡Qué maravilla de hormiga!
La letra pequeña es para mí una metáfora de lo que ignoramos de nuestras vidas.
Gracias, Negrevernis. La letra pequeña es como los ojillos que asoman en la imagen de tu link.
Amanda: descubro en ti una cierta tendencia a la ironía…
José, te recomiendo la lectura de otra entrada:
http://medioambientesimbolico.blogspot.com/2008/10/prime-times.html
a ver qué te parece.
José Luis: muy guapo en la foto. Veo que has conseguido aparecer con tu «identidad». Ahora tendrás que empezar a llenar tus blogs de contenido…
Un saludo a todos.
Oye, Pepe, que yo no tengo blogs en marcha.
En tu link, aparecen tres. Por eso te digo que los tendrás que poner en canción.
¡Bandido! Me has hecho pasar vergüenza propia cuando he visto esos arranques que tuve allá por Octubre de 2007 de los que ya ni me acordaba.
Por cierto, no estoy seguro, pero el amigo que me iba a ayudar tenías que ser tú ¿quién si no? Lo que pasó es que me dediqué a «medioambiente simbólico» porque me pareció mejor idea ….. y ya estaba en marcha.
Hay que ver cómo ha ido ganando este blog y lo estupendamente bien hecho que está y lo útil que es tu criatura, amigo.