Ayer fui a ver La Última Cima de Juan Manuel Cotello. Una experiencia extraordinaria de lo políticamente incorrecto. Un soplo de aire fresco en el desierto medioambiental del pensamiento único. Una película que habla bien de un cura… católico.
«Me negué a conocer a Pablo Domínguez… ―dice Juan Manuel Cotello en la autobiografía que hay en su web― ¡pero le conocí! Doce días antes de su muerte. Luego me negué a hacer esta película… ¡pero la he hecho! Es una constante en mi vida: pienso “no”, pero hago “sí”. Está claro que necesito la ayuda de un profesional…
Pesé al nacer 4,400. Engordé hasta los 75 kg y ahí sigo: ¡comiendo de todo! Me encanta el parapente. Un día aterricé en un árbol y mi mujer dijo “se acabó”. Ahora juego al ping-pong.
Pesé al nacer 4,400. Engordé hasta los 75 kg y ahí sigo: ¡comiendo de todo! Me encanta el parapente. Un día aterricé en un árbol y mi mujer dijo “se acabó”. Ahora juego al ping-pong.
Tras pasar por 5 universidades, como profe y alumno, sé cuál es mi escuela favorita: la vida misma. ¡Y es gratis!
Soy actor ¡y de los “buenos”! ¡Aunque me encantaría hacer de “malo”! ¡Si los directores de casting me vieran cabreado!- me has podido ver en “Siete Vidas”, “Policías”, “Compañeros”, “Periodistas”, “Hospital Central”, “El Comisario”, “Aída”, “El Internado”, “Los Serrano”… He pasado por informativos, concursos, musicales, humor, teatro, cine… delante y detrás de las cámaras.
Pero hoy, el mejor resumen de mi vida es éste: “El reino de los cielos es semejante a un comerciante que busca perlas finas y, habiendo dado con una de gran valor, vende todo cuanto tiene y la compra”. Ahora soy joyero y comparto mi tesoro a través de Infinito + 1.»
Cotello es un hombre, sobre todo, de televisión: Licenciado en Periodismo por la Universidad de Navarra. Comenzó trabajando en televisión como redactor de una agencia de noticias. También ha trabajado en otras facetas del mundo audiovisual: publicidad, videoclips y producciones para televisión, sobre todo, a través de la productora pamplonesa Internacional Television Productions. Ha sido actor en la películas Torremolinos 73 (2004), de Pablo Berger; y en series de televisión como Compañeros(1998–2002), Javier ya no vive solo (2002), 7 vidas (2001–2004), Hospital Central (2005) y El comisario (2006).
Con 30 años decidió dar el salto al largometraje a partir de un guión que estuvo madurando largo tiempo: El sudor de los ruiseñores (1998). La película es una comedia dramática sobre la emigración, protagonizada por el prestigioso violonchelista rumano Alexandru Agarici y cuyo guión fue premiado en el II Encuentro Universitario de Cine Iberoamericano de Huelva.
En 2007 ha dirigido los cortometrajes Esto no es una ONG y Cortodescafeinado, junto a Antonio Esteve, Alexis Martínez y Jorge García.En él ha actuado Manuel Gutiérrez Aragón y la que fue presentadora del programa Aquí hay tomate (Telecinco), Carmen Alcayde.
Pablo Domínguez, el protagonista de fondo de este originalísimo y valiente documental, es nada más y nada menos que un cura.
No se la pueden perder.
Aquí les dejo el trailer del inicio y una entrevista con el director en Herrera en la Onda
Esto tiene una pinta estupenda. Por supuesto que la veré y a ser posible con la familia que pueda reclutar.
Me temo que ante un éxito así, «descolocado» el progresismo y su propaganda, van a combatirlo «ignorando» su existencia (estreno, taquilla, éxito,…). «La última cima» no va a existir en las tertulias televisivas habituales, prensa, y medios de comunicación del Régimen. Es decir: todo calcadito del tratamiento que se dio a la manifestación por el «Derecho a la Vida» en 2009, de la que sólo tuvieron información veraz los españolitos que «la buscaron», porque de «encontrársela» así como la del aborto, los gays, el clero corrupto, la españa asesina y demás propaganda ideologista ….. ¡já!, ¡naranjas de la China! que para eso son «suyos» los medios, las bocinas, los altoparlantes, los moñacos parladores y las cadenas. Desde TVE1 hasta la Siete.
Pero éstas y otras zancadillas no deben preocuparnos: sólo debemos contar con ellas para no tropezar con tanta facilidad y sortearlas hábilmente a priori.
José Luis
Ayer mismo la vi con mi mujer y la pequeña de mis hijas. A las 20:30 en la sala 9 estábamos diez espectadores. Menos mal que está siendo la película más vista según nos dice el ranking. Debe ser que es lunes, pensé.
Me asombra que no sepa qué decir de la película.
Lo que recibo es: Pablo es bueno, … claro que sí. Los sacerdotes lo son también,… desde luego. El sacerdocio es un regalo de Dios (a nosotros las ovejas, y a nuestros pastores, los sacerdotes) …. eso creo firmemente. Los testimonios son ejemplares, …. unos del todo, otros más afectivos. Queda claro que Pablo quiso ser y fue un sacerdote enamorado de Dios y por tanto de TODO lo creado por Ël
Pero……… ¿y la Iglesia? ¿y la «ra zo na bi li dad» de la fe en Dios? ¿y el desmontaje de la superficie? ……..
Si pienso en la peli como un oportuno ejercicio de catequesis (vía emoción, vivencia, testimonio, bonismo: «no intelectualizar la fe». Se nos dice que la filosofía y la teología …. pues sí, pero no ¿?), entonces se me cae un poco todo.
No entra en las fuentes que sustentan tanta «maravilla», al menos no quedan explicitadas. Al final, sin pretenderlo (de ello estoy seguro) la cosa queda (sólo formalmente) bastante «New Age». Tal vez por que no me gustaría aceptar esa posibilidad, esté asombrado de no saber qué decir de la pelicula.