
José Antonio Gabelas pertenece al grupo Spectus del que hablaremos más largo y tendido en otro post. Baste decir que él y su grupo llevan muchos años dedicados a la reflexión del Medioambiente simbólico. Es además, compañero y amigo y me envía hoy una reseña del libro de Los Bárbaros de Baricco, ampliamente comentado en este blog.
«Cuando leí “Los bárbaros” de Baricco, tuve dos momentos. Primero me sedujo el impresionismo de sus líneas, la sugerencia de sus imágenes y el divertimento de sus ejemplos. Enseguida me alojé en otra lectura (ahora 2003) en la que Verdú escribe su “Estilo del mundo”. En efecto, Verdú y Baricco son cómplices en la explotación del virtuosismo de la expresión escrita, así como en numerosos y caprichosos guiños y trampas. Después, en un segundo momento empecé a pensar que el “El estilo del mundo” es una obra con más peso y consistencia, lo que el autor denomina “capitalismo de ficción”, responde a un análisis bastante completo del paso que se produjo de la cultura del ahorro a la cultura del consumo, marco que nos ayuda en este análisis. Aunque sólo siete años después de escribir esta obra, el contexto económico y social cuestiona en qué sociedad del consumo nos encontramos. Si volvemos a Baricco y sus bárbaros, nos visita el ensayista alemán Wolfgang Schivelbusch quien nos recuerda que el miedo a ser derrotados y destruidos por hordas bárbaras es tan viejo como la historia de la civilización. Una buena metáfora, ya empleada en la literatura, recordemos “Esperando los bárbaros” de J.M, Cohetes, así como en el cine con “Las invasiones bárbaras”, de Denys Arcand. Estas referencias se cierran en un caprichoso bucle con el último capítulo del libro de Baricco, en el que utiliza la analogía de la muralla china para preguntarse si los “no-bárbaros”; es decir, los hijos de la cultura Guttemberg, han levantado esa muralla para defender su territorio, sobre todo, su patrimonio ideológico.
Si bien el autor es interesante en su análisis, no existe propuesta, ni definición en su postura. Se mueve en la ambigüedad, entre la perplejidad ante el fenómeno y la adaptación. La imagen del surfista que utiliza, que en mi opinión, sintetiza la figura del “bárbaro”, no sólo mantiene un difícil equilibrio en su tabla, de cresta en cresta de las olas, también contiene un rumbo incierto. Si lo profundo ha sido sustituido por lo superficial, la prosa por el espectáculo, lo reflexivo por lo emocional y la dialéctica por lo experiencial, ¿Cómo se produce hoy el aprendizaje?, ¿se justifican los nuevos modelos de aprendizaje en el conectivismo colectivo ―unos aprenden de otros en una red de relaciones efímeras pero intensas que se expanden por la superficie en ondas irregulares?».
Ha sido muy grato leer la reseña de J.A. Gabelas. En su primer párrafo dice cosas que quise decir yo en la mía y no supe. No encontré las palabras. Ofrece además referencias de obras que parecen muy interesantes al caso y procuraré conocer.
Creo recordar (he prestado el libro) que Barricco ya advierte en su primoroso prólogo o en el arranque de su libro antes de entrar en materia que no toma ninguna postura definida porque sencillamente no la tiene. Consecuentemente, no cabe esperar “su” propuesta. Para mí, el valor principal de su obra de ensayo es la riqueza de su peculiar modo analítico. Verdad es, como dice Gabelas, que le asiste un estilo brillante en imágenes, en su escritura y en las ejemplificaciones utilizadas. Y que todo ello es muy seductor ¡cómo no! Sólo diré que pasado un tiempo, su libro ha adquirido peso y entidad para mí. Yo también eché de menos, una vez leído, que Baricco me dejara “a dos velas” en cuanto a posturas definidas y propuestas concretas, pero hoy comprendo que no son exigibles o más bien que era demasiado exigir. “Los bárbaros”, sin embargo, suple esas carencias, con un peculiar modo de afrontar el análisis: académico en lo metodológico (inicial distanciamiento del objeto de análisis para tomar la más amplia perspectiva posible, y posterior descenso en vuelo espiral siguiendo una ordenada cronología e introduciendo una fenemenología en general exhaustiva) pero literario en la forma, creador visual inagotable, esforzada expresión artística de su pensamiento.
Si no pudo fijar posturas, o concretar propuestas con palabras, cierto es que ecribió sus ideas en imágenes de quirúrgica precisión. Imágenes (podemos restarle la de la muralla) que nos regaló por un módico precio (no era un libro caro) y hoy nos permiten pensar con más recursos, mejor que antes de leer su obra. Oxígeno puro.
Por cierto, animo a quien esto lea, a que visite la página “Spectus”. Yo lo haré con frecuencia desde hoy. Me ha parecido muy buena.
José Luis.
¿Alguien me puede contar qué dice Baricco?
¡Qué bueno, Amanda! Ya te dije que admiraba tu economía y tu síntesis.
En la parte derecha de este blog, en el campo «etiquetas» verás todas las entradas del mismo ordenadas alfabéticamente. En «Los Bárbaros de Baricco» (12) se encuentra todo lo dicho sobre Alessandro Baricco y muchísimo de lo que dice él, además de la portada de su libro y la mismísima imagen del autor. Si no quieres leer todas las entradas y comentarios, te «pego» una buena síntesis de lo que preguntas, que pertenece a una de esas doce entradas, cuyo título es «Barbariccos» de 29-IX-2009.
«La barbarie es una especie de ideología por defecto, que se concede gratis a todo el mundo y que es consumida de una forma masiva por quienes no tienen acceso a otras fuentes de formación.
Se trata de una mutación. De algo que nos concierne a todos, nadie está excluido. […] No de un ligero cambio, ni de una degeneración inexplicable, ni de una enfermedad misteriosa: es una mutación […] La elección de un hábitat mental distintivo y salvífico.
[Una mutación que] se sustenta en dos pilares fundamentales: una idea distinta respecto a qué es experiencia, y un emplazamiento distinto del sentido en el tejido de la existencia. [….] [ y como consecuencia] la superficie en vez de la profundidad, la velocidad en vez de la reflexión, las secuencias en vez del análisis, el surf en vez de la profundidad, la comunicación en vez de la expresión, el multitasking en vez de la especialización, el placer en vez del esfuerzo …. La brusca laicización de cualquier clase de gesto, el ataque frontal a la sacralidad del alma, sea lo que sea lo que ésta signifique.»
Te animo a leer el libro.
José Luis
gracias