
La solidaridad internacional canalizada por las televisiones de medio mundo, se dio cita en Puerto Príncipe para hacerse la foto y, seguro, para ayudar de veras. Dimos nuestro dinero. Nos compadecimos.
Desde entonces, Haití ha sufrido un huracán ―el «Thomas»―, está padeciendo una epidemia de cólera sin solucionar, acaba de celebrar unas elecciones declaradas fraudulentas por la comunidad iberoamericana, y no ha recibido sino un 5% de los 10.000 millones de dólares que la Comunidad Internacional se comprometió a donar en marzo de 2010. Más de un millón de personas viven en campamentos provisionales de desplazados. Los muertos por el cólera se aproximan a los 3.000. Son 20.000 las personas hospitalizadas.
Pero Haití ha desaparecido del campo visión de nuestras cámaras y nuestros micrófonos y, finalmente ha salido de nuestras salas de estar y de nuestros ojos incorporándose al anonimato de las guerras olvidadas, las catástrofes y los conflictos de los que nunca somos informados. Es la debilidad de las imágenes.
No está de más leer hoy el post Imágenes de Haití que escribíamos hace un año.
No está de más echar un vistazo a las imágenes que nos ofrece hoy The Boston Globe.
Haití se queda sin lágrimas y nosotros también. Ellos porque las han gastado todas. Nosotros porque no tenemos imágenes que nos las provoquen.
Creo que tus palabras son exactas. No hacen falta más, ni parece que sobre ninguna. La realidad ha quedado escrita.
Estoy extrañado de que las fotos que adjuntas de THE BOSTON GLOBE tengan pie de foto textual: he visto muchos reportajes de esta publicación y, siguiendo su autopremisa de periodismo visual, siempre iban exentas de texto. Por cierto, la foto del rosario rosa me ha impactado; también la del mazo sujetado en el lo alto de su trayectoria.
José Luis
He vuelto a mirar las fotografías y no he sentido el mismo impacto que anoche con la foto del rosario. Anoche, después de ver todas las fotos, se fijó en mi imaginario un rosario rosa «en movimiento» -como si la mano que lo sujeta se lo estuviera «lanzando» a otra mano que no está en cuadro–, pero hoy veo que no es rosa sino blanco y que está en reposo, como «posado», y la mano que lo sujeta no lo está «usando» …. sólo parece «mostrarlo». Escribo esto, para dar cuenta de cómo el momento psicológico o espiritual del observador puede cambiar su observación.
Traigo aquí unas palabras leídas en la introducción de «El mentir de las estrellas» (R.R.V. Ed.Eiunsa, Barcelona, 1998): «Cuando se desea creer una cosa es fácil y grato creerla. No sólo así con la gente ingenua; se sabe bien de personajes …/… Incluso el observador científico puede ver sesgada la realidad de la observación por la influencia de su deseo».
No creo ser demasiado ingenuo, ni un personaje importante, ni, por descontado, soy un científico, pero anoche, debí desear mucho que un rosario rosa volara de una mano a otra ….. y tanto el significado del gesto (unión en la fe) cuanto la humildad material del instrumento, me impactaron. Y con esa imagen mental y su simbólica interpretación, me fui a dormir. Hasta que una nueva observación …..
Como género, el reportaje gráfico está pensado para reinterpretar la realidad que muestra considerando el conjunto de sus piezas.
José Luis
Lo importante no es la ayuda que reciban las víctimas sino llegar el primero a encontrar la imagen más impactante. Pero mantenerse allí sale muy caro.Resulta mucho mas rentable volver con los diarios de patricias.