¡Cuántas veces no habré pensado esta misma secuencia!
Estoy seguro de que si Beethoven levantara la cabeza y oyera cómo suena en alta fidelidad su obra, se caería de culo. En su época, el director no utilizaba aún batuta. A menudo maracaba el compás a la orquesta golpeando sobre el entarimado escenario una bara de buena medida. Y he leído que no era infrecuente que el compositor antes citado escupiera al suelo en plena ejecución orquestal.
El hallazgo de Quino, sin embargo, está en cómo acaba variándo el enfoque del usuario: desde el disfrute de la música a la adoración de la tecnología que se la proporciona.
¡Cuántas veces no habré pensado esta misma secuencia!
Estoy seguro de que si Beethoven levantara la cabeza y oyera cómo suena en alta fidelidad su obra, se caería de culo. En su época, el director no utilizaba aún batuta. A menudo maracaba el compás a la orquesta golpeando sobre el entarimado escenario una bara de buena medida. Y he leído que no era infrecuente que el compositor antes citado escupiera al suelo en plena ejecución orquestal.
El hallazgo de Quino, sin embargo, está en cómo acaba variándo el enfoque del usuario: desde el disfrute de la música a la adoración de la tecnología que se la proporciona.