Ha estado en Zaragoza Dolors Reig, invitada, -quiero decir, pagada- por supuesto, por nuestro Gobierno regional para ilustrar a los viejos profesores ―no en edad, sino en ideas― en el nuevo y feliz mundo ―¿o deberíamos decir Mundo Feliz?― de la Escuela 2.0.
Dolors Reig es uno de esos especímenes superintegrados y filotecnológicos a los que les parece que lo que está pasando no sólo no lleva aparejado problema alguno, sino que es lo mejor que podía pasar. Sin paliativos. En el anverso de cualquier visión apocalíptica, las nuevas tecnologías son un paraíso de progreso terrenal perfectamente adecuado a la naturaleza humana. Cualquier crítica al Partido Único Digital no es sino ideología Gutemberg trasnochada, resistencias conservadoras a lo nuevo o impotencia de una generación de emigrantes digitales que pronto serán absorbidos por la realidad imparable de los hechos ―ya saben: no se puede poner puertas al campo…― y por la imposición obligatoria de una masa de nativos conectados veinticuatro horas al día a una u otra pantalla, siempre en red, siempre en contacto, siempre felices, siempre, siempre… En la educación: contenidos… ¿para qué si existe ya el Gran Contenedor?; ¿memoria?, perfectamente prescindible con la Wikimemoria; ¿profesores?, pescadores en la red; ¿colegios?, muros en el aula sin muros de las pantallas y los teclados. Se le derriten las palabras en la boca cuando dice Twitter o Facebook, YouTube o Wikipedia, y se le llenan los ojos de lágrimas de felicidad al pensar en una nueva humanidad de amigos y seguidores conectados y libres al fin de cualquier frontera y de cualquier limitación.
No sé porqué al escuchar su conferencia, se me fueron instalando en la cabeza las notas de aquel viejo himno:
«¡En pie, famélica legión!/La tecnología en marcha:/ es el fin de la opresión. /Del pasado hay que hacer añicos. / ¡Legión esclava, en pie, a vencer!/ El mundo va a cambiar de base. / Los nada de hoy todo han de ser. / Conectémonos todos, / en la pantalla total. / El género humano conectado/ es la Internacional. /
Ni dioses, ni reyes, ni tribunos: / la Red el supremo salvador. / Nosotros mismos realicemos /el esfuerzo redentor. / Para hacer que el tirano caiga/ y el mundo siervo liberar, / conectémonos todos en un mundo/ que el hombre libre ha de forjar. / Conectémonos todos, / en la Pantalla Global. / El género humano conectado/ es la internacional. /Basta ya de la odiosa tutela de los libros, / que la igualdad digital ley ha de ser. / Conectémonos todos, /en la Pantalla Global. / El género humano conectado/ es la Internacional»
¿Quién sabe? A lo mejor tiene razón.
Pues a mí esto me suena como las novelas de Un mundo feliz y 1984.
Sí es cierto que estas nuevas tecnologías son un complemento útil e interesante en el aula, pero no creo que puedan suplir el trabajo tradicional de estudio y explicación del profesor. Para los buenos alumnos, útil, para los que calientan silla (el fracaso escolar real está en casi el 70%), nada de nada.
Un saludo.
;)… me ha gustado. Sé que soy demasiado optimista a veces pero de lo contrario ya se encargan muchos/as.
Hay mucho de político en el optimismo, como bien insinúas. De político nuevo, sin partido pero con muchas ganas de cambio. Que en la web podamos volver a organizarnos me parece esencial para ello.
En fin, me repetiré mucho si sigo 🙂
Un saludo
Por supuesto que nos somos prescindibles, Negre. Como no lo es el libro, como no lo es el pensamiento, al análisis, etc… Creo, como tú, que las herramientas hay que usarlas como tales y valorar con cuidado lo que ganas y pierdes con ellas. En EEUU en los años 80 ya se implantaron con la misma alegría que aquí ordenadores en el aula. Se ha visto después que la cosa no es tan sencilla. Pero ningún político quiere perder el halo de prestigio que acompaña a la palabra nuevo y no valen experiencias ajenas.
Dolors, … otra cosa no sé, pero capacidad de encaje la tienes toda. Me ruboriza delante de ti, ser el autor de un texto tan crítico.
A mí me parece también que el potencial de la red es enorme, pero, en cambio, no creo que haya más apocalípticos que integrados. En mi experiencia, todo el mundo traga sin reflexión en cuanto le sugieres al oído «ordenador», » nuevas tecnologías»… y creo que es una grave y superficial irresponsabilidad el considerarlas sin más la panacea. La tecnología hay que presentarla con lo que nos da, pero también con lo que nos quita; con sus virtudes, pero también con sus perversidades.
Gracias por visitarnos.
Un saludo.
«Juntos, somos la gente que hemos estado esperando» Estoy de acuerdo con que estamos ante la herramienta global; aunque la voluntad de ser, cuelgue de cada uno.
Es Internet, un hito como tantos otros, como el socialismo y los derechos de los trabajadores a los que cantaba la Internacional.
Hay cantos inmortales: como éste o como el Magnificat.