Una noticia de Europa Press informa de la aparición de una interesante herramienta digital: una web detectora del ‘copia y pega’ llamada Churnalism.com.
«La predisposición de los periodistas a emitir cualquier material que se les presente, ya sea real o ficticio, importante o trivial, verdadero o falso» es lo que por lo visto animó a Media Standards Trust , a crear una herramienta de vigilancia capaz de detectar si un texto es original o copia. Se trata de una web llamada ―mezcla de los términos churn (remover) y journalism (periodismo). Allí, puedes pegar un texto y el programa busca, compara y te dice el porcentaje de copia, cuál es el original y cuándo y quién lo publicó.
«Máquina mezcladora para distinguir el periodismo del churnalismo» dice en la web. Un azote para la verborrea moderna de la Nube.
Lástima que, por ahora, sólo analice textos de Reino Unido. Los de aquí se libran.
Curioso… Como las herramientas que detectan los que copian en el blog…
Tienen suerte los de aquí.
Un saludo.
Vale, ahora sólo queda por hallar un buen detector de mentiras.
Y para eso contamos con la conciencia, la cual, no estará rectamente formada, mientras que la desigualdad e injusticia hagan desgraciados a los hombres y no haya, por parte nuestra, una intención activa para remediarlo.
Yo creo que lo más grave es repetir y propagar falsedades. Es sabido que ésta es una de las recomendaciones de Maquiavelo en el ‘Príncipe’.
Esta bien la virguería esta del «Churnalism.com» para municionar a quienes tengan tiempo o interés en saber si lo que leen es original o plagiado. Un juguete más de dudosa utilidad para modificar la conducta de escritores y comentaristas mediocres y vagos, que seguirán «copiando y pegando» y otrosí de lectores laxos que seguirán dando por bueno o por malo lo que su «sensibilidad» les dicte. Desde luego no veo yo azote alguno para la verborrea moderna de la Nube. Es ella la que nos seguirá azotando porque la ignorancia no sólo es atrevida, también es intransigente, contumaz e inasequible al desaliento para mantenerse en sus errores.
Un ejemplo: «La predisposición de los periodistas a emitir cualquier material que se les presente, ya sea real o ficticio, importante o trivial, verdadero o falso», es un texto publlcista que encierra una radical falsedad en forma de generalización. Los periodistas que no practican esa «predisposición» también forman parte de «los periodistas». La empresa que nos propone descubrir al falsario, comienza falseando la realidad.
Que «la prensa» miente mucho es una realidad de todos sabida, pero que hay prensa que no miente es otra realidad. El esfuerzo de contraste y selección de medios y autores nos corresponde a los lectores, no a herramientas digitales.
«anónima»: no serviría de gran cosa hallar un buen detector de mentiras, porque la mentira ha desaparecido del medioambiente moral, ya no existe.
Algunas pruebas: 1. El relativismo degenerado ha dictado que la verdad no existe; todo, incluídos los hechos, son fenómenos susceptibles de interpretación. 2. En consecuencia, los hechos son opinables. 3. Todas las opiniones son igualmente válidas.
En nuestro medioambiente simbólico todo es un inmenso corolario de proposicones que no necesitan demostración. El problema añadido y sustancial es que existen poderes (perfectamente sintonizados) que deciden, no qué es verdad y qué es mentira, sino quién tiene derecho a expresar su verdad y quién no.
Cada uno en su entorno modifica el medioambiente moral.
Si repetimos que el relativismo hace estragos, que la equidistancia es una buena posición o que la verdad no puede abrirse paso, estaremos tirando piedras sobre nuestro tejado. Es posible, que el tejado de los relativistas y los desesperanzados, coincida. No es esa mi idea, sino la de que entre lamento y lamento habrá que procurarse un microambiente suficiente para poner «al hombre en su lugar», como diría Blas de Otero en ‘Campos de amor’.
Por supuesto, «anónima»: tienes toda la razón en que debemos actuar de acuerdo a nuestros valores personales y no instalarnos en un infecundo lamento perpetuo. Yo hablaba para un ámbito global, no personal.
En cualquier caso, también está bien tomar conciencia del carácter épico que nos exige el medioambiente simbólico y moral de esta sociedad «avanzada» en la que nos movemos, si queremos expresar, defender y vivir en ella según nuestros valores, nuestra «verdad».
Para muestra, un botón: recientemente se ha consagrado (inaugurado) la nueva capilla del Hospital Miguel Servet de Zaragoza. La bendecía Monseñor Manuel Ureña Pastor, arzobispo de la diócesis. Fue un éxito total y estuvo llena a rebosar.
Ahora, los datos: la convocatoria del acto se fue realizando poco a poco, sin publicidad ni carteles, en secreto (boca a boca), a lo largo de un mes antes. La hora del acto fue de lo más «normal»: a las 7:00 h. de la mañana. Las razones de todo ello, son obvias: se quiso evitar cualquier incidente con los agnósticos, librepensadores, ateos organizados y gente de mala leche en general.
Un saludo.
El verdadero éxito es no andar temerosos ni desunidos.
La mascarada de la Universidad Complutense de Madrid se hubiera agotado en sí misma y no hubiera sido necesaria la Misa de desagravio, dado que, no hubo profanación de la Eucaristía.
Nuestro adversario en el ámbito de la fe y el sentimiento cristiano son la injusticia y la desigualdad económica, derivadas ambas de las prioridades reinantes que reproducimos, sin estar alerta del daño que hacemos.
También, un saludo.
Si el nivel de un blog se mide por sus comentaristas, este está alcanzando cotas difíciles de superar.
¡Qué pandilla!