Me dicen que la representación española es la segunda (¡!) -después de los austriacos- en número de periodistas destacados en Amstetten para seguir el juicio del monstruo. Todos cargaditos de cámaras a ver si logran arrancar algún buen plano de carroña. Una vez más somos los números uno -los anfitriones no cuentan-.
Juan Luis Saldaña, el entrañable Maquinista que dirige el informativo diario de La General TV, me manda su penúltimo editorial desde el otro lado, el bueno, de la información:
«Una vez más, les invito a cambiar de canal cuando les hablen del señor austriaco que hizo tantas animaladas con su hija y que está siendo juzgado estos días. Les invito a respetarse y a quererse a ustedes mismos y a los que vean la televisión en su compañía, tal vez, su pareja o sus hijos. Les animo a estar por encima de los vendedores de carnaza, de velocidad, de prisa, de mercancías y de insatisfacción. Les animo a pensar siempre primero en las víctimas de los actos terribles de las personas. Les recomiendo cambiar el morbo por la piedad y el odio por el perdón. Les recuerdo que todos somos capaces de hacer muchas animaladas y de que nuestra debilidad debe privarnos de juzgar y de condenar a la ligera. Les invito al silencio, a pensar. Les recuerdo, por último, que las víctimas de este ser humano al que llaman ‘monstruo’ tienen derecho a ser felices.»
Yo me sumo a ese cambio de canal. ¿Y ustedes?
No dejen de leer el excelente comentario que José Luis me ha dejado en el último post.
Vean televisión, no la consuman o serán consumidos por ella.
Una gran amiga y mejor persona, que dice ser atea, me comentaba hace no mucho que en la vida existe algo «muy bonito y muy necesario que se llama compasión». He pensado en ella a la vez que leía el valiente editorial de Saldaña, Y les doy mi palabra que voy a hacerles caso a los dos. Sólo quiero pensar en las víctimas, en su dolor, compadecerme de ellas, y rezar también por el causante, y «al mostruo» y sus «carroñeros mediáticos» ¡que les den! Así los vea aparecer en la pantalla los fundo a negro.
Y muchas gracias Pepe.