Me la acaban de contar: dos hermanos. Ocho y diez años. 

—Oye, se me ha perdido la caja del ratón para poner el diente.

—Si quieres te presto la mía. Pero que sepas que lo del ratón es un fake.

—Ya lo sé que es un fake. Pero si lo dices a mamá, te quedas sin premio.

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A su madre, el de seis años:

Mamá que sepas que yo sí que creo en el ratón y en lo de la Navidad…