Excelente artículo de Xavier Domènech en el Diario de Levante donde lo pueden leer entero. Glosando la venta de The Huffington Post a AOL TimeWarner por una cantidad astronómica, pone negro sobre blanco las dos caras de la Nube: su carácter de biblioteca desordenada ―«Internet no es un medio de comunicación, sino un entorno donde se replican las distintas formas de comunicación social. Hay charlas y mensajes, bulos y calumnias, libros y revistas, música y vídeo, noticias y ficción. Y también prensa […]. En Internet hay mucha información […] y también […] pura basura. Inexacta, vieja, absurda, tendenciosa directamente falsa, definitivamente inútil»―; y sus inmensas posibilidades cuando hay un buen bibliotecario que hace el imprescindible trabajo de intermediación rigurosa ―« para andar por la vida con alguna certeza siempre hemos debido identificar las fuentes fiables de información y desechar las otras, y la fiabilidad ha estado en la base del prestigio de la prensa y de su larga influencia. A ella deben remitirse los periódicos […]. Lo mismo está ya sucediendo en el mundo virtual o digital, […] tras el preceptivo sarampión infantil»―.
En un mensaje optimista lleno de realismo, señala, además, que, una vez más, somos los usuarios los que vamos separando el trigo de la paja en busca de la calidad; somos nosotros los que, poco a poco, vamos buscando «algo tan nuevo como el viejo buen periodismo, el que cuenta historias que son a la vez ciertas, interesantes e importantes, y lo hace de manera que nos ayuda a comprender algo mejor el mundo en que vivimos».
Como hemos repetido aquí cientos de veces, da igual el teclado: tanto en la plaza pública del mundo real como en el gran patio de vecinos sin patio y sin vecinos de la Telépolis actual, el mejor periodismo no es el nuevo periodismo, sino el buen periodismo.
Bienvenida sea esa compra si con el paso del tiempo el producto no deja de ser bueno. Muy interesante la entrada: Consuela mucho pensar que, frente a la impostura y lo burdo, es el trabajo superior lo que acabamos eligiendo.
José Luis
PD. Para quien no sufra mareos por las cifras, 232 millones de euros son 38.601.552.000 ídem de pesetillas.
Totalmente de acuerdo, Pepe. Eso es lo que buscamos. Por desgracia, el buen periodismo se parece a las trufas, difíciles de encontrar en inmensos terrenos. Estamos saturados de tertulias rosas y deportivas (¿no os parecen iguales?) plagadas de periodistas que desacreditan la profesión y que, por abundantes, dificultan encontrar la calidad.
Santi.
PD: Como dice Richard Gere en «Pretty Woman», esa es una cantidad indecente de dinero
Y lo que no me acaba nunca de dejar de asombrar, José Luis, es que esa millonada es lo que valemos nosotros, los usuarios, sólo por entregar parte de nuestro tiempo a visitar la web.
La sobreabundancia, Santi, la saturación, constituyen uno de los grandes problemas de la información hoy. Por eso necesitamos de buenos mediadores dedicados en exclusiva a filtrarla para nosotros.