Excelente artículo de Xavier Domènech en el Diario de Levante donde lo pueden leer entero. Glosando la venta de The Huffington Post a AOL TimeWarner por una cantidad astronómica, pone negro sobre blanco las dos caras de la Nube: su carácter de biblioteca desordenada ―«Internet no es un medio de comunicación, sino un entorno donde se replican las distintas formas de comunicación social. Hay charlas y mensajes, bulos y calumnias, libros y revistas, música y vídeo, noticias y ficción. Y también prensa […]. En Internet hay mucha información […] y también […] pura basura. Inexacta, vieja, absurda, tendenciosa directamente falsa, definitivamente inútil»―; y sus inmensas posibilidades cuando hay un buen bibliotecario que hace el imprescindible trabajo de intermediación rigurosa ―« para andar por la vida con alguna certeza siempre hemos debido identificar las fuentes fiables de información y desechar las otras, y la fiabilidad ha estado en la base del prestigio de la prensa y de su larga influencia. A ella deben remitirse los periódicos […]. Lo mismo está ya sucediendo en el mundo virtual o digital, […] tras el preceptivo sarampión infantil»―.
En un mensaje optimista lleno de realismo, señala, además, que, una vez más,  somos los usuarios los que vamos separando el trigo de la paja en busca de la calidad; somos nosotros los que, poco a poco, vamos buscando «algo tan nuevo como el viejo buen periodismo, el que cuenta historias que son a la vez ciertas, interesantes e importantes, y lo hace de manera que nos ayuda a comprender algo mejor el mundo en que vivimos».

Como hemos repetido aquí cientos de veces, da igual el teclado: tanto en la plaza pública del mundo real como en el gran patio de vecinos sin patio y sin vecinos de la Telépolis actual, el mejor periodismo no es el nuevo periodismo, sino el buen periodismo.