Sí, vemos televisión. Aunque no lo sepamos. Incluso sin querer. Pero, ¿Nos gusta hacerlo? ¿Han oído últimamente comentarios elogiosos?, ¿se dice lo buena que es?, ¿se destaca la calidad de sus contenidos, la agudeza e inteligencia de sus concursos, el talento de sus realizadores, la imaginación de sus creadores…?
De nuevo ese sin sentido aparente, de nuevo la paradoja: una audiencia fiel y paradójicamente insatisfecha.
Vean televisión, no la consuman o serán consumidos por ella.
Insatisfecha porque de su «fidelidad» no obtiene compensaciones. Y es que «la tele» defrauda mucho.
Eso quiere decir que, en el fondo, el espectador espera «algo» cada vez que se comporta fielmente, si bien parece que ese algo interesante, divertido, culto, positivo, que espera (luego lo necesita) no acaba de llegar. En general.
«A ver qué tal hoy la tele» piensa, siente cada día el espectador, desalentado pero esperanzado, cuando se sienta y «busca algo» que le compense el tiempo que va a dedicar al fenómeno mediático.
José Luis
¡Vaya! Quiten el «lo» en el paréntesis, por favor.
Gracias.
José Luis