Concluimos aquí esta serie dedicada al libro de Antón Patiño —ese quejido de perplejidad a veces enfadada y a veces angustiosa— que recomendamos vivamente, con una seleccionada colección de ocho citas diseminadas por la lectura y que nos han parecido imprescindibles. No están todos los que son, pero sí son todos los que están:
James Joyce: «El hombre moderno vive cada segundo como si fuese el próximo»
Paul Virilio: «Por todas partes crece la exaltación, el integrismo técnico, una especie de tecnoculto, y observamos una completa sumisión a esos dispositivos mecánicos ordenadores de nuestras vidas».
Deleuze: «hoy estamos anegados en palabras inútiles, en cantidades ingentes de palabras y de imágenes. (…) El problema no consiste en conseguir que la gente se exprese, sino en poner a su disposición vacuolas de soledad y de silencio a partir de las cuales podrían llegar a tener algo que decir».
Norbert Lechner, (Las sombras del mañana): «El desconcierto no se resuelve mediante una mayor información. La acumulación de datos sólo incrementa el peso de lo desconocido. Hoy en día la opacidad no radica en la falta de antecedentes o de visibilidad, sino en el cúmulo, simultáneo e indiscriminado, de datos»
Jonathan Crary: «El modo como escuchamos, miramos, o nos concentramos en algo con atención tiene una naturaleza profundamente histórica. Requiere que cancelemos o excluyamos de nuestra conciencia gran parte de nuestro entorno inmediato. (…) El que nuestras vidas estén compuestas de retazos de estados inconexos no es una condición ‘natural’, sino el resultado de una densa y profunda remodelación de la subjetividad humana en Occidente en los últimos ciento cincuenta años»
Regis Debray, (Vida y muerte de la imagen): «Demasiadas novedades trivializan lo nuevo en un mundo en que el rechazo de la tradición ha pasado a ser la única tradición, la celebración automática de lo nuevo se destruye a sí misma. (…) La fobia de lo repetitivo y el miedo de aburrir terminan por provocar aburrimiento y reiteración. La oleada de la actualidad, ese ‘mar siempre renovado’ en el que cada ola se deshace en otra que en el fondo es la misma […] liberarse de la fascinación del presente para recuperar el orden de las causas y el sentido […] es ante todo liberarse de la fascinación de las imágenes transmitidas a la velocidad de la luz»
Jean-Claude Carrière, (La Película que no se ve): «Las imágenes van y vienen: se deslizan sobre nuestro caparazón, que se endurece día a día. (…) Imágenes que borran sin curarlo nuestro sentimiento de soledad. Y, sin embargo, esas imágenes no las vemos. Permanecen invisibles, debido a su abundancia y su mediocridad. A medida que esta acumulación –llamada civilización: ¿Por qué?– se ha ido instalando, la realidad ha ido entrando en decadencia. Por todas partes se habla de la desaparición de la imagen ahogada por su propia excrecencia. Y es posible que nuestro mundo, cada más mirado, se nos vaya haciendo también progresivamente más desconocido»
Serge Daney: «Este mundo de mirones criados por el audiovisual produce paradójicamente la anestesia de la imagen. Consecuencia: nuestro ojo cada vez percibe menos la entraña del mundo, su latido invisible»
Como este libro es una llamada a la resistencia, esperamos lograr sacudirnos de esa anestesia y continuar la búsqueda de esa entraña del mundo imprescindible para darle sentido. En cualquier caso, gracias a Patiño por su testimonio profundamente personal de rebeldía.
Referencias:
Todas las pantallas encendidas… síntesis en nuestra página Pensar los Medios.