La noticia de que el canal más importante de pornografía, Pornhub, abre gratis sus contenidos de pago –durante el periodo de cuarentena por el coronavirus COVID-19– ha puesto en alerta a madres, padres, educadores y a todas las personas que defienden los derechos de la mujer y el menor.

 
 

Adicción, violencia de género, depresión, disfunción eréctil, impactos negativos y perjudiciales en el cerebro, enfermedades de transmisión sexual, cosificación, trata de personas, prostitución, explotación principalmente de mujeres y menores de edad, etc.

– El consumo de pornografía, aunque empiece de forma ocasional, se convierte rápidamente en una actividad que busca ser repetida para obtener la satisfacción anterior; lo que deriva, en muchos casos, en adicción.

– La ausencia de filtros para menores de edad se da en, prácticamente, todos los vídeos de la web, hasta en el apartado llamado “Sexo duro”.

– La industria del porno blanquea su imagen, pero se nutre de abusos a mujeres e incluso de auténticos delitos sexuales para generar negocio.

La Fundación Aprender a Mirar (FAAM) y la Asociación de Consumidores de Medios Audiovisuales de Cataluña (ACMAC), en su empeño por proteger al menor y en línea con su proyecto social de empoderamiento de la mujer (ambos en el entorno audiovisual y digital), denuncian y explican cómo esta propuesta pretende manipular al consumidor y es una irresponsabilidad social hacia la infancia, las mujeres y las familias que están viviendo un tiempo de obligado confinamiento.

Después de realizar una recopilación de estudios con base científica –disponible en fundacionaprenderamirar.org y en consumidorsaudiovisuals.cat–, ambas entidades inician esta acción de alerta a los padres y madres, últimos responsables de los menores de edad, a las autoridades competentes y a la sociedad en general:

1. Pedimos una actuación rápida y eficaz para proteger a los niños y niñas de este tipo de contenidos que se consumen con entera libertad en la red.

2. Simultáneamente, reclamamos que las plataformas implicadas, en especial a Pornhub, incluyan filtros de control parental que aseguren la salvaguarda que exige la legislación.

3. Por supuesto, a las autoridades competentes, estatales, autonómicas y municipales, les debemos exigir ser estrictos con la ley y el amparo de sus ciudadanos más frágiles. Deben aplicar los criterios restrictivos y punitivos que ellos mismos han impuesto a través de los órganos legislativos y ejecutivos, sin olvidar los judiciales.

4. Finalmente, y lo más determinante, apelamos a todas las personas para que apoyen esta campaña con los hechos y con su difusión.

5. Y, como siempre, animamos a padres, madres y educadores que, en este periodo de más consumo audiovisual, no “abandonen” a lo menores de edad en el inmenso mundo de internet sin supervisión ni pensamiento crítico.