La Fundación Solvencia, ha publicado los resultados de una encuesta realizada a una muestra amplia de jóvenes entre 14 y 16 años sobre la «Percepción que tienen los menores sobre la utilización y la seguridad de los datos que vuelcan en las redes sociales».
Del estudio, coordinado por José Luis Piñar —ex director de la Agencia de Protección de Datos— destacamos estos resultados:
· El 96% está registrado en alguna red social: la práctica totalidad. No sorprende, pero corrobora. Incluso parece extraño el 4% restante. Hay gente para todo.
· Un 16% antes de los 12 años, un 23% a los 12, un 34% a los 13, 23% a los 14 y 4% a los 15: la edad de ingreso y acceso es cada vez menor, en la línea de los móviles y en general de todas las llamadas nuevas tecnologías. Los padres aceptan resignados o promueven entusiastas este hecho para que sus hijos no se queden descolgados de la modernidad. Es sabido que la presencia de tecnologías en el hogar aumenta en la medida que la presencia de los niños aumenta en ellos.
· Al 79% no le han pedido ningún documento que verifique su identidad o su edad: un requisito imprescindible para cualquier inscripción o gestión real y física, se obvia en el mundo virtual y es la causa principal del desconcierto y la inseguridad en la Red en la que cualquier desconocido puede ser, además, un mentiroso.
· Para el 94% ha sido muy fácil el proceso de registro: las compañías se esfuerzan en simplificar al máximo ese proceso. Es vital para su negocio.
· El 79% entra en contacto con jóvenes menores de 14 años: es un dato interesante por lo que tiene de novedad en las relaciones inter generacionales con respecto al pasado. Antes, un año más o un año menos en un centro educativo eran un abismo. No digamos dos. Ahora, es frecuente que estas edades formen una única comunidad con lo que eso tiene de impacto — ¿positivo? ¿negativo?— en el desarrollo psicológico de los chavales más jóvenes y también, por qué no, en los de más edad. ¿Crecen unos más rápido y se infantilizan los otros?
· Un 55% afirma que alguna vez han visto un vídeo o fotografía impactante o desagradable. Siendo muchos, sorprende que sean tan pocos. Es otro de los rasgos de la Red. Está completamente abierta. Antes los ambientes, dependían de por dónde te movieras. Ahora, al menos virtualmente, el ambiente es algo ubicuo en lo que cabe todo.
· El 79% dice no haber percibido nunca un ataque contra su privacidad, pero el 45% afirma que sí conocen a alguien que lo ha sufrido. Curiosa diferencia entre las dos preguntas y las dos respuestas.
· Un 37% desconoce la diferencia entre darse de baja de una red social y cancelar una cuenta: contrasta este desconocimiento con la afirmación mayoritaria de que conocen bien en cambio las condiciones de privacidad de la red en la que están.
En unas declaraciones del coordinador del estudio al presentar los resultados y recogidas por La Vanguardia, José Luis Piñar afirma que «Actualmente, cada vez es más usual que la persona que va a dar un trabajo tenga acceso a la red social del candidato e incluso se ha llegado a detectar que exigen la página de acceso y la clave para poder acceder a la red social de los candidatos» y que « un 25 por ciento de los jóvenes de entre 14 y 25 años tendrán problemas para encontrar trabajo por las conductas en las redes sociales», según un estudio de la Agencia de Protección de Datos del Reino Unido». Tela.
Muy interesante el tema y los materiales que nos dejas. He pasado el enlace de tu entrada a mis compañeros del colegio.
Un saludo.
pepe mira este video
http://www.youtube.com/watch?v=iwPj0qgvfIs
Marinera.
Muy interesante el estudio.
José Luis
Mi hija de 10 años me está pidiendo desde el año pasado que la deje hacerse una cuenta de Facebook, porque todas sus compañeritas tienen. Me ha costado explicarle los motivos para negarle su pedido, y estoy segura que no entendió mucho y comparte menos, pero bueno, por ahora no ha entrado.
El tema es que es cierto, la mayoría de sus compañeros tiene Facebook, algunos con demasiados datos para ofrecer de un menor – el sentido común de los padres no existe, sin la menor duda.
Con la grande ni me metí, pero bueno, ya tiene 16 años.
Muy interesante el material.
Saludos
Resiste, Ana Laura, que estás totalmente acertada en no ceder.
Y no lo digo pensando en «peligros» sino en que no pierda sus diez, once, doce, … años de infancia feliz, que luego le servirá para toda la vida.
José Luis
Gracias, Negre. Espero que les sean útiles.
Ahora lo miro y lo comentamos en clase, Jorge. Gracias.
Estoy de acuerdo, Laura, en lo que dice José Luis, pero reconozco que hoy ese paso no es fácil. Es una de las nuevas tareas educativas de los padres no sólo la decisión del cuándo, sino sobre todo el acompañamiento posterior en una actividad que tiene como característica principal el hacerse a solas y más en la época adolescente y preadolescente. ¿Cómo acompañar sin entrometerse? ¿Cómo dar autonomía sin abandonar? ¿cómo controlar lo incontrolable? ¿cómo estar sin estorbar?