
Así como los periodistas tienen un código ético, el usuario debe también atenerse a uno: estos son algunos de los posibles principios de ese código:
- Nunca busques y analices datos para tener razón sino para descubrir la verdad. No dejes que tus prejuicios supriman la búsqueda de la verdad.
- Acepta tu propia ignorancia como el único elemento del que estar seguro.
- Consume información de forma consciente, con flexibilidad y reforzando las virtudes como la fuerza de voluntad y el amor por la verdad.
- Consume realmente información, no solo opiniones.
- Que la información no sea demasiada y que sea en lo posible de primera mano: ve a la fuente siempre que puedas.
- Revisa la lista de personas de las que eres amigo en las redes sociales y pregúntate cuántas de ellas no comparten tu ideología. (Procura que las haya…)
- No utilices la televisión como medio de información salvo aquellos canales que transmiten en directo comparecencias y ruedas de prensa.
- Mejora constantemente tus habilidades tecnológicas, para saber encontrar fuentes documentales en Internet.
- Interésate más en los asuntos locales o en aquellos que se pueden solucionar que en grandes debates que no tienen un remedio inmediato.
Epílogo:
«El patrón de comportamiento debería ser el siguiente: busque información directamente en las fuentes y cuando la información requiera que usted actúe, trate directamente con la fuente. Depender demasiado de intermediarios para informarse y para el activismo reduce sus posibilidades de conocer la verdad y disuelve su capacidad de cambiar las cosas».
Referencias:
Es mucho mejor el epílogo que el nonálogo ético propuesto de forma desordenada y contradictoria, confundiendo,vg., categorías como «verdad» y «razón».
José Luis
No entiendo muy bien tu distinción referida al texto que nos ocupa. Parece que lo que dice en el primer «consejo» es que no quieras afirmar tu verdad -es decir, tener razón- a costa de la verdad. Es la tesis central del libro, me parece…