Joan Carles March y María Ángeles Prieto publicaban a finales de 2010 en la web Diariomedico.com―nada de sociología barata, una web seria, una web de medicina…―20 ítems resultado de encuestar directamente a los adolescentes sobre la relación de las pantallas con la salud. Algunos de ellos sorprenden por su obviedad, pero la ciencia necesita hacer científicamente observable lo elemental. En cualquier caso, es otro granito de arena al poliédrico acercarnos al fenómeno de las pantallas y nuestra relación con ellas.
En primer lugar, el estudio descubre que los adolescentes tienen una percepción muy negativa de la televisión a la que, sin embargo, afirman seguir viendo a pesar de Internet. La tele, según ellos, emite contenidos nocivos ―«violentos, malsanos, publicidad que fomenta hábitos nos saludables»―, para los menores de edad en los horarios especialmente dirigidos para ellos; «incita a la anorexia, la bulimia y al consumo de alcohol y tabaco; discriminan a las mujeres, a las personas por su orientación sexual, a las procedentes de otros países, etnias o culturas y a las personas con discapacidad». Los contenidos de la televisión van «en contra de la dignidad y del aprecio que las personas tienen de sí mismas». Igualmente tienen una opinión muy crítica «sobre la veracidad de la publicidad ya que la gran mayoría, el 72%, está en desacuerdo con la idea de que sea cierto lo que se dice en ella».
En cuanto a disponibilidad y hábitos de consumo se pone de manifiesto que en casa suele haber dos o más aparatos de TV, que el 29% de los adolescentes afirma ver la televisión solo. Los días lectivos el 43,4% de los menores ve la televisión más de dos horas, de los cuales el 21% lo hace durante más de tres y cerca del 10% más de cuatro horas diarias. Casi la mitad la ve a partir de las 10 de la noche y algunos de ellos más allá de las 12. A un 35,8% sus padres los controlan siempre cuanto y qué ven y a un 35,1%, no les controlan nunca ni una cosa ni la otra. La cadena más vista con diferencia es Antena 3, seguida a mucha distancia de Cuatro, Disney Channel, la Sexta y Telecinco, con diferencias por género y edad. Los programas más vistos, las series (Física o Química, Los Simpsons, El internado y Padre de familia, Fama, ¡a bailar!), los programas de entretenimiento y humor (El intermedio y El hormiguero), las noticias en general y los diversos dibujos animados para niños».
Quizá lo más interesante, es que, aunque las cosas van muy deprisa y efectivamente la tendencia es imparable, hace una año, la adolescencia española no se había pasado en bloque al ordenador tal y como repiten insistentemente algunos adivinadores.
Pero mañana, más.