Todos somos TDA , decíamos en un memorable post1 en el que Casciari nos contaba que el problema de la lectura no es el soporte digital o de papel, sino la imposibilidad de concentrarse de toda una generación de nativos digitales y toda otra generación de emigrantes digitalizados.
Y en el post anterior, por otra parte, Innerarity, además de afirmar con rotundidad que la multitarea es una quimera, nos decía que entre las dos cosas más importantes para moverse en este mundo globodigitalizado, una es saber gestionar la atención -un bien, junto con el tiempo, tan escaso como valioso en un mundo de distración y pérdida de tiempo brutales-.
Parece que el Programa Internacional para la Evaluación de la Competencia de los Adultos (PIACC), también conocido como el “Informe PISA para adultos”, que salió hace unas semanas, corrobora el contenido de los dos párrafos anteriores. El 30% de los españoles entre 16 y 65 años sólo puede leer textos cortos y hacer cálculos sencillos. Los universitarios españoles tienen peor nota que los bachilleres japoneses. España es el último de una lista de 23 países en comprensión matemática y el penúltimo, por delante de Italia, en comprensión lectora.
A parte de la discutible fiabilidad de este tipo de estudios y la dificultad de su interpretación, es posible que haya alguna relación entre la implantación de la LOGSE y los resultados obtenidos. De hecho, la situación de los jóvenes españoles, de entre 16 y 24 años, es decir, los de la generación Logse, es peor que la de otros países; y, en cambio, entre los de 45 a 65 que estudiaron con la Ley Moyano y la Ley del 70 se produce una mejora de 22 puntos. Dejemos eso para los «expertos» pedagogos, si es que eso existe.
Sin embargo, yo sugiero a los que estudian los porqués que no acudan sólo a la eficacia de uno u otro sistema educativo y que orienten su búsqueda a comprobar la influencia de las pantallas –la madre de todas ellas, la televisión y todas las demás– en la pérdida de nuestras capacidades en los últimos 50 años y, sobre todo, en los últimos 20 con la generalización de los móviles e internet.
Sí, ya sé que en todo el mundo civilizado se consume mucha pantalla. Pero también sé que somos el número uno del mundo en smartphones por habitante y sé, además, que otros grandes consumidores de pantallas como Francia o EEUU no están muy lejos de nosotros. Sería interesante confrontar la tabla de arriba con una relación de consumos globales de pantallas y de hábitos de uso de las nuevas tecnologías.
El caso es que nuestros cachorros digitalizados no salían bien parados en el PISA y, ahora, los adultos, emigrantes en pleno proceso de digitalización también son TDA. Lo que decíamos: todos lo somos. Y, al menos, lo que parece probado es que las nuevas tecnologías no nos están ayudando a mejorar.
Referencias:
Me parece una estupenda propuesta: «confrontar la tabla de arriba con una relación de consumos globales de pantallas y de hábitos de uso de las nuevas tecnologías».
Es la propuesta que haría un buen sociólogo y la que hace un experto en educación escolar.
José Luis
La verdad es que es muy curioso pensar en lo que hace que esas dos variables sean tan distintas en tan diferentes países. Intentaré hacer esa comparación a ver qué sale.