«El periodista Lev Grossman, en The connector (Time, 2010), subraya que Facebook ha creado una comunidad transnacional de más de 550 millones de personas … si fuera un país, sería el tercero más poblado, por detrás de China e India. Y el primero, sin duda, en el hipotético ranking de información acumulada sobre sus nacionales. Ni el más siniestro aparato represivo de la historia soñó reunir tantos datos sobre sus espiados como los que atesora Mark Zuckerberg de sus inquilinos en red. ¿Cómo y cuándo sacará partido de ellos, si no lo hace ya?»

«Evgeny Morozov en The net delusion (El fiasco de la red, Allen Lane, 2010) urge a los ciberutópicos a abrir los ojos al hecho de que estos nuevos medios persiguen sólo el “asocial objetivo” del beneficio. Achaca a la “peligrosa fascinación” que generan el hecho de que pasemos por alto que la tecnología es un vacío que espera ser llenado… por el más fuerte. Y el más fuerte no es el activista pro derechos humanos, sino los servicios secretos de las dictaduras y los expertos en marketing –curioso emparejamiento–, beneficiarios principales de este incremento exponencial del tráfico informativo».

De Miquel Molina, Game over, en La Vanguardia