Así es. No hay más que echar un vistazo cada dia a las portadas de la prensa nacional para comprobar ya en los titulares que cada una quiere que haya pasado algo distinto. Lo mismo del resto de medios. Incluída la Red.
Tengo un amigo que está en Tanzania y que fue misionero. Me comentó, hace y tiempo, que había habido en ese país una gran desgracia (no la recuerdo), pero la reflexión que me hizo fue tremenda: «No te has enterado porque lo que sucede en Tanzania no interesa y, por lo tanto, no existe». Y sin embargo ocurrió.
Has expresado, Pedro, con tu ejemplo lo peor de la sobreabundancia informativa que no es lo que nos cuentan, sino lo que no nos dicen y, por tanto, no sucede.
Así es. No hay más que echar un vistazo cada dia a las portadas de la prensa nacional para comprobar ya en los titulares que cada una quiere que haya pasado algo distinto. Lo mismo del resto de medios. Incluída la Red.
José Luis
Es uno de los misterios del superinforamado medioambiente simbólico: ¿cómo evitar meternos en la burbuja de una información a la carta?
No siguiendoles la bola!!!
Tengo un amigo que está en Tanzania y que fue misionero. Me comentó, hace y tiempo, que había habido en ese país una gran desgracia (no la recuerdo), pero la reflexión que me hizo fue tremenda: «No te has enterado porque lo que sucede en Tanzania no interesa y, por lo tanto, no existe». Y sin embargo ocurrió.
Has expresado, Pedro, con tu ejemplo lo peor de la sobreabundancia informativa que no es lo que nos cuentan, sino lo que no nos dicen y, por tanto, no sucede.