
Si la televisión es a menudo indecorosa, el televisor ha sido siempre indecorable. Sin embargo, está dejando de serlo al convertirse en pantalla. Hasta ahora, inflado y cachivache, aunque perfectamente integrado en nuestras vidas, no había manera de integrarlo en nuestros salones salvo haciéndolo desaparecer en un armario. Las pantallas, en cambio, extraplanas, plateadas, atractivas como felinos tecnológicos, están llegando a ser decoración e incluso belleza. Crecen y a la vez se camuflan. Pasan desapercibidas, haciéndose paisaje, pared, ventana, parte consustancial del edificio. Si siendo televisores aquellos aparatos eran ya invisibles por su cotidianeidad, las pantallas los harán desaparecer definitivamente de la conciencia del consumidor mientras aumenta exponencialmente su consumo. Si hasta ahora —cuano se le preguntaba— nadie veía la televisión o al menos nadie era consciente de que lo hacía, ahora ni siquiera veremos los televisores porque se han transfigurado en invisibles, hermosas, metálicas y cristalinas pantallas.



El BRAVIA EX1 lleva el diseño más allá
Tanto es así como dices Pepe, que aquí adjunto dos imágenes de televisiones SONY cuyos marcos, como puede verse, imitan al de los cuadros circundantes y entre ellos quedan camufladas. «Aquí hay tomate» «House» o la previsión del tiempo, elevado a la categoría de arte. Si es que…….
TELEVISONES SONY BRAVIA serie EX1.
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¡VAYA! No se abren. Pues te las mando a tu correo para que las incustres en tu artículo.