It's a media - copia

Sencilla, pero extraordinaria imagen para ilustrar la intermediación mediática como una selección de la realidad que provoca la emisión de un mensaje absolutamente distorsionado de la realidad que se quiere comunicar.

La ilustración hace referencia únicamente al encuadre como elemento seleccionador y creador de una realidad nueva al excluirla de su contexto. Pero, más allá de las cámaras, esta deformación se produce igualmente con la agenda mediática en lo que tiene de poner el foco del interés en unas noticias y no en otras. La agenda funciona así como un encuadre que pone de relieve algunos hechos, magnificándolos, mientras silencia otros haciéndolos invisibles y, por lo tanto, inexistentes. Cualquier jefe de redacción de un periódico, de un telediario, de un programa de noticias de la radio, actúa como el cuadro de la cámara al elegir qué hechos son susceptibles de convertirse en noticia y cuáles no. Del mismo modo, los directivos de las cadenas que deciden en función de criterios de rentabilidad, el contenido y carácter de la programación a emitir, acaban provocando idéntico efecto final: crean un universo electrónico que nada tiene que ver con la realidad, pero que constituye una realidad simbólica generalmente tóxica para el medioambiente cultural, para la visión del mundo de los espectadores.

La supuesta interactividad de la red, no ha puesto remedio a esto: ahora es el propio usuario el que en su burbuja de plasma y  a base de clics, crea su propia realidad a la carta tan alejada o más de la realidad como la producida por los emisores unidireccionales.

Esta selección es inevitable. Lo posible y lo exigible es que no esté mediatizada por intereses ideológicos, económicos o políticos, sino por la obligación de la búsqueda de una verdadera intermediación que intente explicar con amplitud, profundidad  y honestidad lo que verdaderamente ocurre.