
Fuente: El País, 2 de noviembre de 2011
Si el otro día publicábamos una viñeta de El Roto que era un bisturí penetrando la carne del ciberutopismo de la Red y decíamos que no era ningún chiste, la de hoy también merece sacarla del circuito del amable fin de semana porque, desde luego tampoco lo es. Igual de dura, igual de políticamente incorrecta, igual de inasequible a la presión ambiental de los cantos de sirena de los ciberoptimistas…Y también igual de profunda en la austera sencillez del dibujo y el texto.
¿Discutible? A lo mejor. Una joya intelectual, eso seguro.
Qué bueno es este tío ¡por favor! Y qué agradable resulta experimentar la excelencia de los demás. Hubo un tiempo en que leer la prensa y algunas revistas de humor en España procuraba ese mismo placer (al menos a servidor), pero llegó el «por fin podemos hablar», el «expresarme libremente es más sagrado que la verdad, oiga» y el «ahora florecerá el talento que estaba oprimido», y… al final, hay lo que hay. Por cierto, el texto del no chiste es un estupendo microrelato.
Ana Laura: he leído tu comentario en el post que trataba del «tuitino» y hablas del concurso (muy interesante) de microrrelatos por sms. El siguiente fue el ganador en un concurso mundial del género, y obtuvo 6.000 euros de premio: «Hace días que llueve a cántaros y el gato se ha comido el último grillo que nos mantenía despiertos»,
José Luis
«Eran otros tiempos…» Te dirían ahora que es lo que se dice para acabar no diciendo nada.
Es un genio de la sobriedad, la desnudez y la agudeza en sus dos sentidos de ingenio y penetración.