
Los que me siguen saben que los fines de semana publicamos en el blog alguna viñeta de humor gráfico y tecnológico. Por eso pueden verse sorprendidos con la aparición un martes de una viñeta de El Roto publicada en El País el 24 de enero de 2012. Extraordinario en su rompedora, durísima y aguda austeridad, el ¿humorista? nos pone ante la ambivalencia lingüística de la palabra Red que hoy ha dejado de ser una amenaza en la que caer para convertirse en un reclamo comercial o, para muchos, en un nuevo icono de liberación frente a cualquier tipo de poder. En una ocasión le leí: «El núcleo esencial de la sátira es poner de manifiesto aquello que consideras que son falsificaciones o mentiras, las formas en las que se presentan las cosas para ser más digeribles. Arrancar esa careta es justamente lo que hace la sátira.»
Seguro que para el dibujante Internet y todo su sofisticado aparato de sobreinformación desjerarquizada es también una excelente herramienta de comunicación y de trabajo. Pero es obvio que percibe igualmente la falsificación de esa presentación maniquea demasiado amable por el entusiasmo de tanto papanatas digital y siente en su nuca el aliento de esa otra cara oculta que nos lleva a la acepción amenazadora de la Red. Se ha atrevido a arrancar esa careta.
Desde luego, lo de hoy es todo, menos un chiste.
Las he contado. Son diez palabras como diez dardos en la diana de la cuestión: «somos» de alguien, no sabemos de quién, y podemos ser izados; pueden hacernos algo sin posibilidad de apercibirnos de ello. Tremendo.
José Luis
Absolutamente. Y es sorprendente aparecer así de apocalíptico en medio de tanto integrado mediático. Y más en el ambiente en el que se mueve.
Admirable su independencia intelectual.
Por cierto: espero tus comentarios a Neil Postman. Estabas de vacaciones, pero ahora ya no. No porque sean publicaciones previas se van a quedar huérfanas ¿no?
Ahí me has dado ¡jeje! Estoy en ello, por supuesto.
José Luis