El juego siempre ha sido un asunto muy serio. Imprescindible para el crecimiento de los chavales. La seriedad del juego quizá sea otra de las cosas -una más- que las pantallas han puesto también en crisis. Los videojuegos, tan discutidos y tan discutibles, van ocupando más territorio en las secciones de juguetería de las grandes superficies, a medida que el mercado -es decir: nosotros los padres- los vamos demandando. Hoy es el sector que más dinero mueve en el mundo audiovisual, por encima de películas, DVDs y por supuesto la música. No sería preocupante si no fuera porque ese crecimiento lo consigue a costa del tiempo que los niños dedican al insustituible juego presencial y tradicional. Como siempre, al final, es un problema de tiempo, de absorción, de potencia adictiva común a todas las pantallas, aunque de mayor incidencia en el videojuego.
El caso es que la industria quiere poner de largo a sus productos y el pasado año 2011 tuvo lugar la primera edición del Fun & Serious Game Festival, creado en Bilbao con el apoyo de diversas instituciones públicas y privadas. Es un evento que pretende convertirse en algo así como los Oscar del mundo del videojuego: glamour, publicidad y repercusión internacional.
Un acierto de los organizadores es que desde la elección del nombre, se expresa la existencia de dos niveles de creación por parte de las empresas: el ocio conocido por todos, pero también la aplicación de las herramientas y el software empleados en los videojuegos a facetas relacionadas con el trabajo, la salud, la educación, la seguridad, etc., es decir el videojuego en serio.
Estos son los premiados en la primera edición de este año:
Playmancer: un videojuego aplicado en tratamientos de trastornos impulsivos, como los de la conducta alimentaria (bulimia nerviosa y trastorno por atracón) y la ludopatía. Premio al Mejor Serious Game Europeo en la categoría de Salud.
‘Los microorganismos de Afterzoom: la cámara de la consola Nintendo DSi/3DS se convierte en un microscopio virtual con el que el jugador busca en su entorno criaturas microscópicas a las que capturar y cuidar y sustancias químicas con las que mantener sana la colección. El Mejor Serious Game Educativo.
Siqur, un módulo de formación sobre seguridad en el trabajo en plantas industriales, ha sido elegido como Mejor Serious Game de Simulación.
Medieval Dublin: From Vikings to Tudors (Dublín en la Edad Media: De los vikingos a los Tudor) ha logrado acercar la historia de Dublín a los escolares y se ha llevado el premio al Mejor Serious Game Europeo de la Cultura.
Está bien lo del videojuegos en serio. Como los simplemente entretenidos, son fantásticos. Siempre que no olvidemos la seriedad y la importancia del juego.
Quizás la solución para los problemas que traen consigo las nuevas tecnologías sea meterse en ellas para transfomarlas en productos útiles de verdad
En cualquier caso, Amanda, hay que estar. En su creación, en su uso, en su análisis. Si quieres mejorar algo, hay que arremangarse y estar.