Los psicólogos y los periódicos gratuitos no son santo de mi devoción. Soy escéptico ante muchos de los estudios y opiniones de los unos y no suelen caer en mis manos los otros, pero la consulta del médico es un lugar propicio para el encuentro.  Y hete aquí que leo:
Poca edad, mucha TV

LO VISTO CON DOS AÑOS AFECTA A LOS DIEZ,

No he podido por menos que seguir leyendo. Resalto lo que dice Tiberio Feliz (profesor de Didáctica de la UNED): «En la primera infancia los niños tienen una baja capacidad de análisis, absorben como esponjas», […] La tele es muy transmisiva, influye sin posible interacción». 

Más adelante, la psicóloga infantil Silvia Álava, dice: «En los primeros seis años de vida se sientan las bases del aprendizaje, y con la tele no se activan las neuronas espejo, que sí lo hacen cuando el niño interactúa con otros niños o con adultos».

En cuanto a cuánto y qué ven los niños (cantidad–calidad), «Los padres se fijan mucho en la influencia que ejercen los amigos de los hijos pero menos en los dibujos que siguen». Proliferan las series y éstas entrañan un peligro: «Buscan la fidelización, y eso puede acabar en aislamiento y dependencia. No hay más que ver los enfados de los niños cuando se les perturba o interrumpe la visión de «sus» programas».

Y, en fin: un estudio conjunto de las universidades de Michigan y Montreal sobre una muestra de 1.300 niños a lo largo de 10 años, arroja que los niños que pasaron más de dos horas/día ante el televisor (11%  de los de dos años y 24%  de los de cuatro) presentaron en común, una baja participación en clase, poca o nula actividad física, afición por los refrescos y los peores resultados en Matemáticas de los de su clase. Algunos se plantean si no será que el poco estudio, la nula actividad, los muchos refrescos azucarados y los malos resultados en mates es lo que hace que los chavales acaben viendo la televisión. Puede ser.

No está mal para un gratuito en la consulta ¿No?

Vean televisión, no la consuman o serán consumidos por ella.