T5, condenada a pagar 150.000 euros por injurias a Paquirrín
La Audiencia de Sevilla ha condenado a Telecinco y a un supuesto amigo de Francisco Rivera Pantoja, Paquirrín, a que le inmdenicen con 150.000 euros por el daño moral sufrido después de que fuera «injuriado y denigrado» en un programa en el que se le tildó de «maltratador» y de persona con problemas mentales, según informa el Diario de Sevilla.
«Degradado, maltratador, ladrón y relacionado con las drogas»
Según la sentencia del Tribunal, en el programa emitido -del cual no se especifica el nombre (el tribunal no quiere hacer publicidad gratuita)- y «aprovechando la presunta relación de amistad del otro codemandado», hacen aparecer a Francisco Rivera como una persona «degradada mentalmente, necesitado de un médico, maltratador de su pareja, íntimamente relacionado con las drogas, ladrón, que sustrae bienes de otro».
Por ello, estas afirmaciones sobre el hijo de Isabel Pantoja no sólo le «degradan personalmente a él, sino a todo su entorno, a su madre, de la que se dice que no paga a sus empleados, de sus parejas, de una de las cuales se afirma que ejerce la prostitución, aunque no se haga de una forma rotundamente clara y directa, aunque de modo manifiesto para cualquier espectador«.
La Audiencia considera que estas manifestaciones «en ningún caso pueden amparar el sacrosanto derecho a la información» que, en opinión de los jueces no está «para dar un espectáculo consistente en un ataque a los derechos fundamentales» del demandante. El tribunal revoca la sentencia de primera instancia porque entiende que no hay una colisión de derechos constitucionales, el de la información frente al honor y la intimidad, «pues lo publicado no puede calificarse de información, sino de simple espectáculo sin interés informativo alguno, dirigido al entretenimiento de la audiencia».
No entro en la noticia mediática. Me interesa la sentencia como precedente a que la justicia ponga coto a los excesos de las cadenas contenedores de basura. Me interesa también porque es un retrato objetivo de la indecencia audiovisual. Es interesante, sobre todo, por esa magnífica distinción final entre la información y el espectáculo.
Vean televisión, no la consuman o serán consumidos por ella.
Con gran parte de la televisión que se hace ahora, en realidad los «degradados» somos todos. Claro que hay un remedio mucho más rápido y eficaz que todos los tribunales del mundo, y está en nuestras manos, su denominación técnica es «mando a distancia: pulsar OFF»