Entre una idea y un piojo hay un único parecido: los dos están en la cabeza. Sin embargo, hay ideas que parecen piojos por lo invasoras, por lo que pican, por su parasitismo contagioso, por su perniciosidad. Y hay que quitárselas de la cabeza. Pero una idea no se va con champú. Es mucho más complejo: hay que estar, actuar, hacer hacer, acompañar, mostrar, hablar, educar… no es nada fácil.
Pero es muy importante y merece la pena. No dejes que determinadas ideas les lleguen y si llegan, quítaselas de la cabeza cuanto antes.
Usa la televisión, no la consumas o serás consumido por ella.
Hay que reconocer que lo mejor de la televisión -afuera parte de lo que tú recomiendas- es la publicidad.
Por otra parte, cuesta más mover una montaña que una forma de pensar, como cierto proverbio reza (lo del proverbio queda cultureta progre cuando no sabemos el origen de una sentencia…).
Y lo del poder de la educación, pues no sé… Me pillas negativo.
Pedro.