Entre una idea y un piojo hay un único parecido: los dos están en la cabeza. Sin embargo, hay ideas que parecen piojos por lo invasoras, por lo que pican, por su parasitismo contagioso, por su perniciosidad. Y hay que quitárselas de la cabeza. Pero una idea no se va con champú. Es mucho más complejo: hay que estar, actuar, hacer hacer, acompañar, mostrar, hablar, educar… no es nada fácil.
Pero es muy importante y merece la pena. No dejes que determinadas ideas les lleguen y si llegan, quítaselas de la cabeza cuanto antes.


Usa la televisión, no la consumas o serás consumido por ella.