Un amigo mío que ha trabajado para Whatsapp y ahora está en Silicon Valley intentando promocionar Telegram, me contaba cómo Facebook está siempre bordeando los límites legales con sus legiones de abogados intentando sortear con sus términos de uso todo aquello que le aparte de su objetivo principal que denomina transparencia y que en realidad significa quedarse con el mayor número de datos de los perfiles de sus usuarios. Nuestro libro también aborda esta cuestión. He aquí algunas muestras con las que finalizamos esta serie:
Big Data
«Las grandes redes sociales almacenan y procesan datos de nuestra vida cotidiana; sacan una notable rentabilidad de las interacciones humanas que acontecen en sus redes privadas. En este proceso, esos datos son tratados de acuerdo con la tecnología de Big Data de forma secreta y de espaldas a los productores de la riqueza. […] los participantes en este modelo de producción se ordenan entre aquellos que generan con su interacción los inputs que son transformados en riqueza y un grupo minoritario que procesa los datos y obtiene la riqueza». […] «Una información que permite conocer nuestros gustos, cómo somos, qué esperamos o qué sabemos para, entre prolijas posibilidades, manipularnos individual y colectivamente. » […] «Se está naturalizando que esto seas así y que además se considere, hasta cierto punto, intrascendente. El problema es que la historia demuestra que cualquier intromisión del poder en nuestras vidas es todo menos eso. ¿Por qué Internet tendría que ser distinto?»
Espionaje
«El espionaje entre gobiernos o de gobiernos hacia sus ciudadanos sin garantías judiciales o incluso la vigilancia que empresas privadas pueden hacer de sus compradores mediante las cámaras incorporadas a dispositivos electrónicos como teléfonos móviles, computadores o televisiones supone un gravísimo ataque a los derechos civiles. […] la despreocupación y la ignorancia de este abuso facilitan una relajación de la protección de derechos que, al menos en los países con gobiernos representativos, se consideraban inalienables y fundamentales». […] «En la era post Snowden la cuestión no es ya si somos espiados, sino quién decide cómo usar los datos que obtienen de nosotros.» […] «La opinión pública sabe poco o nada de ello. […]Si se rompen los últimos diques que contienen la concentración empresarial, la situación promete ser aún peor. La manera de entender la realidad, dando por sentado que todo es así y además es inevitable, tendrá un potente motor para su reproducción en unos medios de comunicación en pocas manos.»
Evasión fiscal
Ya lo hemos repetido aquí muchas veces: las grandes corporaciones no son ong’s: «Utilizando los mecanismos del mercado global y mediante una cuidada ingeniería fiscal las empresas de Internet consiguen evadir impuestos y llegar casi a una tarificación cero. Tanto es así que Apple, la segunda empresa con mayores beneficios del mundo, declara pérdidas en su sección de tiendas en el territorio español […] Otras veces es la normativa comunitaria en la que «se aprovechan los huecos de la legislación para evitar la tributación en los territorios donde efectivamente extraen la ganancia.»
Referencias