«No estás deprimido,   estás distraído. Distraído de la vida que te puebla. Distraído de la vida que te rodea […]
No estás deprimido, estás distraído. Por eso crees que perdiste algo, lo que es imposible, porque todo te fue dado. No hiciste ni un sólo pelo de tu cabeza, por lo tanto no puedes ser dueño de nada y nada puedes perder. Además, la vida no te quita cosas, te libera de ellas… te alivia para que vueles más alto, para que alcances la plenitud.  […]

                                                                                                            Facundo Cabral