«La cantidad de dietas milagro en el mundo siempre será proporcional al número de idiotas que lo habitan»
Y algunas perlas sobre la implicación del medioambiente simbólico:
«El aspecto psicológico, la razón por la que alguien tiene un problema con su cuerpo, es tan importante como la alimentación»
«En este negocio hay mucho dinero en juego. Una dieta popular genera millones: el libro, la web, los productos que puedes asociar a tu nombre…»
«La receta del éxito de una dieta de estas es sencilla: que sea muy fácil de entender y que un par de famosos hablen de ella. En EEUU cuando vas a publicar un libro, lo primero que te dice el editor es “consigue que alguien famoso siga tu dieta”. Si lo consigues, te da luz verde. Todos ganan dinero: la editorial, las tiendas, los medios… mientras la pobre gente que sigue tus consejos pierde la salud. No son pacientes, son clientes».
«Nos movemos poco y comemos más de lo necesario. Somos estimulados constantemente a comer. […] La industria alimentaria es la gran responsable, pero es una industria muy poderosa que genera miles de puestos de trabajo y millones de beneficio. Ningún gobierno quiere molestarlos mucho. Y no sólo lo hace con la publicidad. ¿Sabe cuál es la receta para vender más? Primero añades azúcar a tu producto. Después, si quieres vender todavía más, pones un poco más de grasa ya que esta acrecienta el sabor del azúcar. Entonces tus competidores pondrán más azúcar y también más grasa. Y así va.»
Lo de siempre: somos consumidores consumidos…
Delicado el tema que me traes hoy, ya que por razones de salud tengo que estar siempre a dieta o controlando muchísimo lo que como (con no siempre los efectos deseados). Siempre he sospechado que la industria, el marketing, la moda, los valores, hacen que la gente como yo tengamos una constante lucha con nosotros mismos y el ambiente que nos rodea. No se lleva no usar la talla 40…
Un abrazo.
Así es, Negre. Uno de los pilares de la sociedad de consumo es el consumo de comida. Cuanto más reflexiono en el tema del consumo como fórmula económica, más me confirmo en la idea de que -intervencionismo o liberalismo aparte- no se pueden dejar al albur del beneficio, temas tan básicos como el alimento, la cultura, la imagen…: su contacto con el consumismo las pervierte con funestas consecuencias en cada uno de nosotros.
Hay que empezar a clarificar: tal vez la acepción común de «consumidor» no es la adecuada para entender el fenómeno del consumo del que hablamos. Así, la persona «que consume» o «que compra productos de consumo», no hace cosa distinta a la que el hombre ha venido haciendo a lo largo de la historia. O dicho de otro modo: consumir, ha sido, es y será siempre una acción necesaria y fuera de las patologías del consumo moderno.
El consumo moderno encierra patologías por razón de ser parte del consumo como sistema económico, como muy bien apunta Pepe. Hay que introducir el uso corriente de la acepción explícita de «consumismo» dado que la economía-consumista requiere de consumidores «alterados» por el propio sistema; requiere consumidores «adictos al consumo».
Así, vg, la anorexia implica no consumir productos alimenticios pero sí consumir «imágenes-concepto», «modelos «, «prejuicios-estereotipados», «bienestar-psicológico»,»eslóganes», etc, etc.
José Luis
Así es , José Luis. Por eso preferimos llamar usuarios a los consumidores y distinguimos entre consumo y consumismo.