Con su juego de ambigüedad lingüística e icónica, esta imagen de hoy va en la dirección exactamente contraria a la que señalaba la del post anterior. Me la manda mi hijo Juan ―gracias majo― que conoce mis aficiones.
Los beneficios de las redes sociales, de los blogs, de Internet… son infinitos, pero, amigos, si la distracción fuera una planta, el mundo occidental y tecnológico sería un inmenso jardín botánico.
¿O no?
Leía hoy en el periódico que tenemos dependencia de la información. Absilutamente de acuerdo con la imagen que nos brindas hoy: el poder de las masas encerradas en las redes es total.
Un saludo.
Como decía en el post, las dos imágenes -la anterior y esta- reflejan bien dos de las caras del poliedro complejo de las redes: la comunicación por un lado y la distracción por otro.
La he ampliado, la he plastificado y la he puesto en clase. Quizá les haga pensar, Negre.
Si son mayores, igual sí… Yo empiezo a ser tan escéptica…
Pepe esta imagen es la que as puesto en clase no?